Guadalajara, Jalisco
La contaminación del aire afecta la salud de todas las personas, pero algunos grupos pueden verse más perjudicados. Casi nueve de cada 10 personas que viven en áreas urbanas en todo el mundo están expuestas a niveles dañinos de contaminación atmosférica.
Un estudio a escala mundial reveló que la contaminación ambiental se ha convertido en el segundo factor de riesgo de muerte, incluso entre niños menores de cinco años. Pero entonces, ¿qué hacer ante esta realidad? ¿Mudarnos y dejar las grandes ciudades? Ojalá fuera tan fácil.
Según los investigadores, para combatir un problema primero hay que conocerlo. Por eso es tan importante medir la contaminación: permite saber qué contaminantes están presentes, su concentración, su origen y su impacto.
- Esa información es clave para tomar decisiones informadas, diseñar estrategias de control, proteger la salud pública, evaluar el progreso de las medidas y cumplir con las normas oficiales.
Lo malo es que, en la mayoría de los casos, los equipos que miden la calidad del aire en la Zona Metropolitana de Guadalajara no funcionan adecuadamente, lamentó el profesor investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, Hermes Ulises Ramírez Sánchez:
“Sabemos que hay muchos meses del año en los que las estaciones dejan de funcionar por diversas causas: falta de mantenimiento, sensores deteriorados o antiguos, falta de renovación en la red, entre otros motivos. Todo esto pone en duda la fiabilidad de las mediciones y provoca que la gente desconozca lo que realmente está respirando”.
Pero, ¿de qué sirve este monitoreo?
“Sirve para prevenir enfermedades. Cuando sabemos que la calidad del aire es mala por cierto contaminante —que normalmente en las ciudades se presenta en dos fases— entendemos que no debemos realizar actividades físicas al aire libre, porque al hacer ejercicio respiramos más y, por tanto, inhalamos una mayor cantidad de partículas.
Esto puede agravar los padecimientos respiratorios, oculares o cardiovasculares. En suma, conocer el estado del aire nos ayuda a prevenir daños a la salud”.
El monitoreo también ayuda a mejorar la educación ambiental y a tomar conciencia del impacto que tienen nuestras actividades diarias en el entorno.
Por ejemplo, usar el automóvil para trayectos cortos, emplear aerosoles o productos con alto contenido de compuestos orgánicos volátiles, o quemar basura y residuos son acciones que incrementan la contaminación.
En cambio, mantener los vehículos en buen estado, no fumar en interiores y cuidar las áreas verdes contribuye a un aire más limpio.

Foto de Artem Podrez / Pexels
Sin duda, las acciones individuales están claras. Pero las autoridades ambientales y sus políticas públicas se han quedado cortas. De eso te hablaré en la siguiente entrega.
- Cuando respirar enferma Parte III: Contaminación que no se mide - 30 octubre, 2025
- Sarampión afecta al sistema inmune, revela estudio - 29 octubre, 2025
- Embarazadas, el grupo más vulnerable ante el brote de sarampión en Jalisco - 29 octubre, 2025
UDGTV
Radio UdeG






















