Guadalajara, Jalisco.

En el marco del XIV Coloquio Internacional sobre Biodiversidad, Recursos Naturales y Sociedad, celebrado durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025, el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) otorgó el reconocimiento Naturaleza, Sociedad y Territorio “Ramón Margalef” al ecólogo Jaume Terradas, una de las figuras más influyentes en la ecología iberoamericana contemporánea.

La ceremonia estuvo presidida por la Mtra. Ana María de la O Castellanos Pinzón, rectora del Centro Universitario de la Costa Sur, acompañada por el Mtro. Sergio Humberto Graf Montero, director general de la Comisión Nacional Forestal; el propio homenajeado Jaume Terradas; el Dr. José Sarukhán —quien participó a distancia—; el investigador Ezequiel Ezcurra; y el Mtro. Enrique Jardel Peláez, coordinador académico del coloquio.

Fotografía: Unidad de Difusión Cu Costa Sur

La Mtra. Judith Ceballos Espinoza, directora de la División de Desarrollo Regional, presentó el reconocimiento y expuso una semblanza detallada del premiado. Destacó que este galardón, entregado anualmente, se concede a personas con aportaciones sobresalientes en investigación ecológica, educación ambiental y gestión sostenible de los recursos naturales. En esta edición, el reconocimiento lleva el nombre del emblemático ecólogo español Ramón Margalef, figura clave para la ecología del siglo XX.

Durante la lectura de su trayectoria, se subrayó que Terradas ha sido pionero en ecofisiología vegetal, ecología forestal, ecología del fuego y estudios sobre cambio climático, además de autor de más de 200 artículos y obras fundamentales como Ecología de la vegetación y La biografía del mundo. También fundó el primer equipo de investigación en ecosistemas terrestres en Cataluña y dirigió por una década el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).

Tras la entrega del reconocimiento, firmada por la rectora del CUCSur y el titular de CONAFOR, Terradas expresó su gratitud por recibir un homenaje que lleva el nombre de uno de sus maestros intelectuales. Recordó también su vínculo con México desde hace cuatro décadas, así como la influencia del Dr. José Sarukhán en su acercamiento a la ecología del país.

“Permítanme, ante todo, expresar mi profundo agradecimiento por este reconocimiento, que recibo con gran honor. La distinción adquiere para mí un valor aún mayor al llevar el nombre del maestro que más he admirado, tanto en lo científico como en lo humano: Ramón Margalef. Además, al pensar en las figuras ilustres que me han precedido en este premio, no puedo evitar dudar si verdaderamente merezco un lugar entre ellas.

A esta gratitud se suma la que desde hace tiempo debo a México, un país que acompañó muchas horas de mi infancia con películas, canciones y sueños, y que después descubrí como tierra de acogida para tantos compatriotas míos tras nuestra desdichada guerra civil y la posterior dictadura. Gracias al doctor Sarukhán, aquí presente, tuve la oportunidad de conocer una parte de este país en un viaje anterior, poco después del terrible trauma que significó el terremoto de 1985. Esa visita marcó profundamente mi percepción de México y de su gente.”

Terradas llamó a las nuevas generaciones a incorporarse al estudio de la ecología como “un camino lleno de estímulos”, y subrayó la responsabilidad ética de la ciencia frente a la emergencia climática. “La ecología no debe ser solo una forma de comprender el mundo, sino una vía para imaginar soluciones de vida más sostenibles”, afirmó.

“La ecología no debe ser solo una forma de comprender el mundo, sino también una vía para imaginar soluciones de vida más sostenibles. La edad no vuelve a nadie más optimista, pero debemos luchar por aquello en lo que creemos, con fe o sin ella.

Quiero cerrar con lo que más me interesa intelectualmente: el estudio de la ecología y de la evolución, que han sido fundamentales en mi manera de entender el mundo. Siguen siendo para mí un camino lleno de estímulos. A los jóvenes les diría: adéntrense en él. No se aburrirán; comprenderán muchas cosas. Y no olviden a los grandes maestros: Alexander von Humboldt —quizá el primer ecólogo en esencia—, Darwin, Hutchinson, MacArthur, Wilson, Odum, Margulis, Margalef, Halffter, Gómez-Pompa, Sarukhán, Ezcurra, Dirzo y tantos otros. Atrévanse a ir cada vez más lejos, sumándose a este inmenso esfuerzo colectivo del conocimiento.

Y no se desanimen, aunque Henry Adams tenía razón al señalar la poca sabiduría que rige el mundo y cómo, a lo largo de la historia humana, el desperdicio de inteligencia ha sido abrumador. La sociedad, decía, ha conspirado para promoverlo. El mismo Adams advertía que, aunque en la juventud se perdonan las licencias, más valdría que el sexagenario que aspira a consideración se mordiera la lengua. Y yo ya soy octogenario, así que evidentemente he hablado de más. Muchas gracias a todos.”

La ceremonia concluyó con la fotografía oficial y con el mensaje de clausura del coloquio, en el que se invitó a la comunidad científica a reencontrarse en la próxima edición del evento en 2026.

Fotografía: Unidad de Difusión Cu Costa Sur