Guadalajara, Jalisco.

En el marco del XIV Coloquio Internacional sobre Biodiversidad, Recursos Naturales y Sociedad, celebrado por el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2025, el reconocido ecólogo Jaume Terradas ofreció una conferencia contundente sobre los retos de la “ecología en tiempos de crisis”. Su mensaje central: la humanidad no está fuera de la naturaleza, sino sumergida en ella, y la crisis climática ya redefine nuestra cultura, política y vida cotidiana.

Terradas abrió su intervención con una cita de Nietzsche: “Hablamos de la naturaleza y nos olvidamos de nosotros mismos en ella”, para subrayar que la separación entre “ser humano” y “biosfera” es una ilusión peligrosa. “No hay humanos y biosfera, sino humanos en la biosfera”, enfatizó, mostrando cómo los sistemas ecológicos, sociales y económicos se encuentran profundamente entrelazados.

Imagen: Unidad de Difusión Cu Costa Sur 

Una crisis marcada por la aceleración

El investigador describió la curva demográfica de la humanidad en los últimos años como “perplejizante”: un crecimiento explosivo impulsado por el uso masivo de combustibles fósiles. “Este salto es descomunal e insostenible”, afirmó. El incremento energético que permitió el desarrollo industrial es, al mismo tiempo, el motor de las emisiones que hoy desestabilizan el clima global.

Terradas fue tajante al evaluar el Acuerdo de París y las reuniones COP:

Treinta cumbres y las emisiones siguen subiendo. No hemos cambiado nada.

Ecosistemas al borde de disrupciones repentinas

Terradas presentó estudios recientes que advierten que las pérdidas de biodiversidad no serán graduales, sino abruptas. Según proyecciones citadas, para 2030 podrían registrarse picos de extinción en zonas tropicales, y para 2050, incluso en bosques altamente diversos.

“Los sistemas complejos responden de modo no lineal. Cuando cruzan umbrales, cambian de golpe”, explicó.

Imagen: Unidad de Difusión Cu Costa Sur 

Vulnerabilidad social, desigualdad y migraciones

El ecólogo también destacó que los impactos del cambio global no recaen por igual en todas las personas.

  “La vulnerabilidad crece con la desigualdad”, advirtió. Sequías, pérdida de cultivos y extremos climáticos obligarán a millones a desplazarse. Citó al escritor Ian McEwan: “La catástrofe climática será el único tema posible porque ya está transformando nuestra vecindad, nuestra cultura y nuestra idea de futuro”.

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La educación ambiental: necesaria, pero insuficiente

Terradas, pionero en educación ambiental desde los años setenta, señaló que enseñar sobre ecología sigue siendo indispensable, pero ya no basta:

“La educación es esencial, pero no cambiará todo por sí sola si los grandes poderes económicos siguen impulsando intereses contrarios al bien común”.

El avance del negacionismo —financiado por grandes corporaciones, dijo— representa un desafío creciente, pues ofrece “soluciones fáciles, pero equivocadas”.

Adaptación urgente y límites del optimismo tecnológico

El ponente criticó la idea de que la tecnología resolverá por sí misma la crisis climática. Recordó que los subsidios globales a combustibles fósiles en 2024 alcanzaron 600 mil millones de dólares, el doble de lo que los países ricos destinan a ayudas para el desarrollo.

“Seguimos financiando la destrucción de nuestro propio futuro”, lamentó.

Señaló, además, que mientras la mitigación ha sido ampliamente discutida, la adaptación sigue rezagada, pese a ser clave para enfrentar eventos extremos inesperados.

Terradas cerró su intervención con un mensaje directo:

  “Existe una posibilidad real de catástrofe global. Necesitamos más conocimiento, mejores decisiones y una movilización cívica capaz de transformar instituciones y modelos económicos”.

Para el investigador, el desafío no es solo científico, sino ético y político. “El mundo debería declarar la guerra, no a otro país, sino al cambio climático”.