Guadalajara, Jalisco. 

Este año, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara entregó el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez a Yolanda Zamora, figura clave de la radio cultural en México.

Ante un Auditorio Juan Rulfo lleno, la periodista ofreció un discurso que

combinó agradecimiento, memoria y una profunda reflexión sobre el sentido del arte y el periodismo cultural.

Desde el inicio, Zamora compartió su gratitud con la FIL y con quienes han acompañado su trayectoria. 

“Me siento profundamente agradecida con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y con aquellos que generosamente pusieron su mirada en mi persona y su valoración en la trascendencia de mi trabajo. Gracias desde el corazón…

A todos ustedes pertenece también este reconocimiento. Es un honor para mí”.

En su mensaje, la periodista recordó al humanista Fernando Benítez, cuya figura da nombre al reconocimiento. Subrayó la importancia de recibir un homenaje ligado a su legado, pues —dijo— inspira una ética de responsabilidad colectiva:

“Lo recibo con toda humildad instalada en la certeza del nosotros, porque ningún hombre es una isla.

Estoy convencida de que una vocación encuentra sentido en el servicio a los demás”.

Zamora dedicó un amplio tramo de su intervención a explicar cómo entiende el periodismo cultural, una tarea que, afirmó, no debe confundirse con entretenimiento o espectáculo. Para ella, su esencia reside en el vínculo profundo con el arte y su capacidad de revelar lo humano. 

“No es espectáculo, no es entretenimiento, no es para un grupo privilegiado y sobre todo… no es el patito feo. Es ese cisne que tiene que ver con la permanencia, con el misticismo, con la entrega y la gratuidad del arte.

El periodismo cultural trabaja con la obra de arte porque la obra de arte da cuenta de una circunstancia histórica”.

• También reflexionó sobre el papel del arte en tiempos de crisis, recordando que su función no es ocultar la realidad, sino revelarla.

 “El arte no pone un velo sobre la realidad, sino que la desvela en profundidad.

¿Qué le toca al periodista cultural ante el dolor, la violencia, la muerte? Todo menos ignorar. Le toca hacer resonar el grito doliente de la humanidad, manteniendo la dignidad del dolor”.

Originaria de Mazatlán y “jalisciense por convicción”, Zamora ha construido una carrera de más de cuatro décadas marcada por la radio, la literatura y la labor cultural.