Guadalajara, Jalisco.

Ya lleva una semana desaparecido el hijo de “el pollito” o de “el bolas” como lo conocen por el centro tapatío a don Joaquín Cortéz Llanos de 79 años.

Toda su vida trabajó vendiendo bolas de pan, pero ahora que ya no puede hacerlo está en una silla de ruedas y se nota su fragilidad, pide con un vasito en mano la ayuda de quienes pasan afuera del segundo edificio del Supremo Tribunal de Justicia ubicado al lado de la escuela de Música.

El hijo de “Pollito” se llama Gilberto Cortéz González tiene 42 años, mide 1.63 fue visto la última vez por la carretera a Tesistán, lo grave es que el tiene una severa discapacidad mental.

Fotografía: Rocío López

El Bolas y su hijo Gilberto Cortéz viven en Jardines de Nuevo México en Zapopan, su hijo tenía la costumbre de salirse en la madrugada a recoger basura pero ya no volvió:

“Mire tiene una discapacidad, él se cree, se siente como un niño, de todo lo demás lo coordina, su estado, su desenvolvimiento es como si fuera un niño.

-¿de cuántos años?

-chico, de cuatro, sí habla bien, si le preguntan dónde vive él le dice, si le preguntan su nombre también se lo dice, todo (...)

Sí se salía, a veces salía a la una, dos de la mañana, tres, él acarrea mucha basura, incluso en la casa hay mucha basura todavía, lo que a él le gusta son los objetos de colores, objetos electrónicos, carritos, juguetes y todo eso”.  

Pollito fue a la Fiscalía a poner la denuncia por desaparición pero no le entregaron ninguna ficha de búsqueda y está muy preocupado ya que según le dijeron golpearon a su hijo:

“Que supuestamente lo habían golpeado ahí en la carretera a Tesistán, en el entronque de la carretera a la base aérea, ahí hay una cámara quizás se pueda activar para ver si fue eso o no verdad? quien le dijo que lo habían golpeado? gente conocida que van pasando”.  

• Trabajadores de la zona que ya conocen al Pollito y que lo ayudan a diario, lamentan que por las condiciones de pobreza y de discapacidad mental del joven desaparecido sea todavía más difícil localizarlo.