Mujeres brigadistas contra el dengue enfrentan peligros y acoso en su labor diaria
Fotografía: Coordinación General de Desarrollo Social




Guadalajara, Jalisco.

Ser brigadistas es un trabajo divertido, se aprende mucho, es entretenido, “me gusta mucho”, así describen tres mujeres brigadistas contra el dengue su labor diaria, sin embargo, han tenido que enfrentar muchos momentos de peligro, han sido asaltadas a mano armada, correteadas por perros, algunos compañeros hasta se han caído de las azoteas cuando suben a hacer revisión de los cacharros que tienen en las mismas.

Pero sin duda, los casos más peligrosos y de mayor riesgo la han vivido las mujeres, aquí cuentan cómo incluso cuando han ingresado a las casas las han encerrado y hasta tocado su cabello intimidándolas, aquí algunas de esas experiencias:

"Entras a las viviendas y cuando hay hombres solos te hacen insinuaciones,

Te agarran el cabello, te dicen que harías si te dejara encerrada es que estás muy bonita, prácticamente te intimidan demasiado, lo que debes hacer es actuar rápido y salirte de la vivienda pero sin miedo y sin faltar al respeto, sino habrá más problemas”.

Además agregó que:

“El señor me dejó pasar pero porque iba yo sola, hice todo el trabajo que se tenía que hacer, todas las acciones ya bajé y me di cuenta que le puso llave,

No se qué en qué momento, no quería abrirle, yo tenía configuración en mi teléfono para marcado rápido a mi coordinador, en ese momento era un hombre, yo comencé a marcar automáticamente y mi coordinador supo donde estaba yo basándose en unas marcas que dejamos previas que se ponen afuera, pero el señor antes de que llegara me agarraba el cabello y me decía que estaba bonita que si yo quería me compraba un departamento que hasta una moto, que él era de los que llevaba a las niñas de 15 años en limusina y me preocupó. Yo le seguía el juego hasta que llegara mi coordinador, en eso llegó y ya me sacó y en otra ocasión entré a una casa que por fuera se veía bien, pero por dentro era como de marihuanos y ya no me dejaban salir”.

Además señalan que hay colonias a las que de plano no entran por la inseguridad, ya que incluso los mismos vecinos les han advertido no entrar, como en la colonia Santa Paula, Basilio Badillo, 20 de Noviembre y en algunas áreas de la colonia Jalisco.

Las y los brigadistas piden a la comunidad que los respeten, pero también piden a los ayuntamientos que les acompañe la policía para sentirse más seguros y también dar certeza a la población de que son auténticos brigadistas.


Rocío López Fonseca