La risa como resistencia: humoristas comparten cómo enfrentan la realidad política
Charla en el Pare de Sufrir. Foto: Rafael Becerra




Ocotlán, Jalisco

En un formato fuera de lo convencional, el rector del Centro Universitario de la Ciénega, Marco Antonio Núñez Becerra, llevó una de las mesas de diálogo hasta el bar Pare de Sufrir, en Guadalajara. La idea: romper con la formalidad y acercar las conversaciones de FIL Pensamiento a un espacio más cercano.

  • Entre mezcal y risas, los comediantes compartieron cómo enfrentan la política y lo social desde el humor.

La actriz y comediante chilena Natalia Valdebenito habló de su identidad y del poder de poner la voz y el cuerpo en el escenario:

“Para mi es muy importante quien soy, cuando me di cuenta que yo era una mujer que hablaba, dije esto es un ser político, una mujer que habla vestida, más política aún.

Hablar de sexualidad por mucho que parezca que es algo liviano, es poner la sexualidad de la mujer en el escenario, entonces se vuelve político porque hablamos desde nuestro deseo”.

Por su parte, el argentino Pedro Saborido señaló que el humorista mantiene un pacto con la sociedad, y que la sinceridad intelectual es esencial para que el humor tenga sentido:

“Nuestro primer acuerdo con la gente es, vamos a reírnos y después va a venir lo otro y que si vos sos sincero intelectualmente, aparece, y quizá todo lo que hago no tienen un sentido político, pero no puedo dejar de ser mientras lo hago no sé si podría hacer humor que no fuera político o que tuviera un análisis social”.

El académico Daniel Gamper, de la Universidad Autónoma de Barcelona, añadió que la risa también puede ser conservadora, y que muchas veces es utilizada como resistencia al cambio, recordando cómo incluso derechos fundamentales, como el voto universal, han sido objeto de burlas y caricaturas.

Por Kimberley Lemus