Guadalajara, Jalisco. 

Guadalajara se ha convertido en la cuarta ciudad más cara de América Latina para adquirir o rentar vivienda, de acuerdo con un informe de la Universidad Torcuato Di Tella y el portal ZonaProp.

El periodista especializado en desarrollo urbano, Andrés de la Peña, explicó en entrevista para Señal informativa que la capital jalisciense atraviesa una crisis habitacional estructural donde confluyen la especulación inmobiliaria, la escasez de suelo urbano y la falta de políticas públicas efectivas.

Según de la Peña, la producción de vivienda en México “ha colapsado en los últimos 20 años”, y en Guadalajara la mayoría de las construcciones actuales son de lujo, destinadas a inversionistas o a plataformas de alojamiento temporal como Airbnb.

“La poca vivienda que se produce se queda vacía por mucho tiempo. Falta vivienda asequible y adecuada para quienes realmente la necesitan”, advirtió.

El encarecimiento del suelo es uno de los principales factores que han llevado a que incluso las desarrolladoras inmobiliarias enfrenten márgenes de utilidad reducidos.

“Hoy por hoy es extremadamente caro construir vivienda en Guadalajara”, afirmó el periodista,

señalando que la demanda especulativa impide que bajen los precios. Ante ello, muchas empresas están trasladando sus proyectos a ciudades como Colima, Nayarit o Chapala.

De la Peña consideró urgente que el Estado intervenga regulando la especulación y el mercado de alojamientos de corta estancia, y propuso impulsar la vivienda pública y el alquiler social, donde el gobierno sea propietario y ofrezca rentas subvencionadas.

También señaló que los municipios aún poseen terrenos que podrían destinarse a este fin, pero se han usado para negocios privados, como ocurrió con Iconia o las Villas Panamericanas.

“Ya no hay de otra”, concluyó.

“El Estado debe producir vivienda dentro del anillo periférico y cambiar la estrategia basada en expansión territorial. Guadalajara ya no puede seguir creciendo hacia afuera sin agravar sus problemas urbanos”.

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