Expertos alemanes en adicciones reclaman precios más altos para alcohol
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Berlín, Alemania 

El Centro Alemán de Problemas de Adicción (DHS) reclamó que suban los precios de las bebidas alcohólicas debido al elevado número de enfermedades y muertes relacionadas con el consumo de alcohol en Alemania

De acuerdo con las cifras más recientes, en el país se registran actualmente unas 99.000 muertes al año por tabaquismo y unas 47.500 por consumo de alcohol.

  • Al presentar su Anuario de Adicciones, el DHS criticó que el alcohol sea más barato en Alemania que en cualquier otro lugar de Europa. La directora gerente de la entidad, Christina Rummel, indicó que el impuesto sobre la cerveza se elevó por última vez en 1993, mientras que el vino no está sujeto a ningún impuesto especial.

La salud de millones de personas debería primar sobre los intereses económicos de la industria del alcohol, consideró Rummel, citando estudios que relacionan precios más altos con menor consumo.

El DHS calcula que el abuso del alcohol cuesta a la economía alemana unos 57.000 millones de euros (64.700 millones de dólares) al año, mientras que los gastos relacionados con el tabaquismo alcanzan aproximadamente los 97.000 millones de euros.

Según DHS, unos ocho millones de personas padecen adicciones en Alemania. En cuanto a las drogas ilegales, el Anuario 2025 afirma que en muchos lugares "se observa actualmente en las escenas locales de consumo de drogas la aparición de crack y opioides sintéticos muy potentes, como el fentanilo".

El fentanilo es muchas veces más potente que la heroína.

Además se indicó que más del 30 % de la población fumaba el año pasado. Los cigarrillos convencionales son vistos por los jóvenes como más "de la vieja escuela", observó Rummel. "Lo que nos preocupa son los otros productos relacionados con la nicotina, como los cigarrillos electrónicos y los calentadores de tabaco".

El DHS indicó que los problemas de adicción y drogas deben tener una prioridad absoluta en la agenda política de salud, por lo que instó al nuevo Gobierno alemán a enfocarse con energía en esta materia.

"Alemania tiene un problema con el alcohol", señaló a dpa el investigador de adicciones Jakob Manthey.

Comentó que se puede suponer que más de una quinta parte de la población consume alcohol en grado riesgoso o de forma adictiva. Alrededor del 9 % de la población de entre 18 y 64 años abusa del alcohol o es dependiente de él, detalló.

"La pregunta clave es cómo hacemos frente a esta sustancia tóxica", indicó el científico y coautor del anuario. "Lo mejor es la abstinencia, pero cualquier reducción también ayuda. Es una gran diferencia beber tres cervezas que dos".

Al mismo tiempo, Manthey consideró que no es bueno que, salvo algunas excepciones, el alcohol pueda publicitarse casi sin restricciones en Alemania. El experto calculó que en los últimos años se vienen registrando 45.000 muertes relativamente constantes como consecuencia del consumo de alcohol.

El consumo crónico de alcohol aumenta el riesgo de numerosas enfermedades, entre ellas ciertos tipos de cáncer, problemas cardíacos y cirrosis hepática. A esto se añaden los accidentes causados por la conducción bajo los efectos del alcohol y los delitos violentos cometidos en estado de embriaguez.

Manthey explicó que, en los últimos 20 años, los precios de las bebidas alcohólicas subieron mucho menos que los de los alimentos en Alemania. Como ejemplo más reciente, Rummel citó: "El zumo de naranja vuelve a encarecerse, mientras que el precio de una botella de vodka se mantiene estable".

Alemania es "peor que casi cualquier otro país del mundo" en materia de impuestos al consumo de alcohol, criticó Manthey. Este "eficaz tornillo de ajuste", dijo, lleva décadas sin ser girado. Además, el Estado pierde miles de millones en impuestos, subrayó.