La semana pasada se tenía programada una audiencia en el Juzgado Décimo de lo penal en Puente Grande, para que el juez resolviera con base a las pruebas presentadas, uno de los topes por los que no llega la sentencia definitiva a los señalados como perpetradores del feminicidio de Imelda Virgen, uno de los casos emblemáticos que han marcado camino en Jalisco contra la violencia de género en el estado, cuando en septiembre de 2012, a la psicóloga que trabajaba como profesora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), su marido en medio de un proceso de separación y divorcio, planeó y pagó 25 mil pesos para que simularan un robo, la atacaran sexualmente, sufriera y después, la asesinaran ante sus ojos.

Para la familia Virgen era de suma relevancia que sí se realizara la audiencia del jueves pasado debido a que se desahogaría la reunión entre peritos alrededor del argumento que promovió la defensa de Gilberto Enrique Vázquez Cortez, el marido de Imelda, de que si declaró ante el Ministerio Público que sí la mandó matar la misma noche que sucedió todo,  fue porque lo hizo bajo ejecución de tortura por parte de los policías investigadores.

Sin embargo dos peritajes, uno oficial y otro independiente, ya resolvieron en negativo: no existió tortura.

Si no se realizó la audiencia pública sobre el expediente 471/2012 fue porque el perito de la defensa llegó una hora tarde y el perito del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) no se presentó y por tanto no se pudo realizar la deliberación ante un perito tercero que definiera finalmente si hubo tortura o no, lo que resulta para la abogada Alejandra Cartagena -asesora de la familia Virgen- una estrategia de dilación que le apuesta al cansancio de la familia quien desde el momento cero de la tragedia por el asesinato de Imelda, no ha renunciado al derecho a la justicia.

En el informe del Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario para la emisión de la Alerta de Violencia contra las Mujeres en Jalisco, declarada en febrero de 2016, se relatan los antecedentes de la violencia de género por los que estalla la crisis social.

Los datos oficiales del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses citan que de 2012 a 2015 se practicaron 560 autopsias a mujeres por homicidio, la Fiscalía General del Estado (FGE) inició averiguaciones previas por homicidio doloso en 97 casos de 2013 a 2015, lo que significa un incremento.

Sin embargo tomando como ejemplo el caso de Imelda Virgen altamente visible y público desde que se perpetró su muerte, a cuatro años sin acceder a la justicia ¿Qué destino le depara a los 57 feminicidios tipificados por la FGE entre 2013 y 2014? Alejandra Cartagena, concluye.

En 2012 Tomás Coronado Olmos entonces Procurador de Justicia en Jalisco, argumentó que al carecer de protocolos no podía acreditar como feminicidio sino parricidio el asesinato de Imelda pese a que ya existía el tipo penal.

Gilberto Vázquez Cortez, el esposo de Imelda y a quienes contrató: Sergio Sánchez Belmontes, David Calzada Ceja y Juviana Calzada Ceja, no serán sentenciados por ese delito.

La próxima audiencia en el Juzgado Décimo penal deberá suceder antes de finalizar abril y con ello, sentar un precedente para los demás casos que se acumulan en Jalisco.