Zapopan, Jalisco
En Milpillas, Mesa de San Juan Bautista, municipio de Zapopan, tenían un paraíso. Grandes extensiones de terreno, campos verdes, arroyos y una presa en la que los mismos ejidatarios habían sembrado carpa Arco Iris y mojarra, pero en algún momento su desgracia comenzó a fraguarse en la presidencia municipal de Zapopan, hace años, cuando decidieron construir ahí el vertedero de basura de Picachos, que se convirtió en su principal pesadilla.
Hace siete años que dejó de haber pescado en la presa y ahora ni siquiera pueden meterse a bañar como lo hacían antes. Lo peor vino tras la saturación de la última celda, porque los lixiviados escurrieron hacia tierras bajas y comenzaron a acabar con todo, explicó Miguel Zabalza Hernández, uno de los ejidatarios perjudicados.
Los paseos dominicales y las visitas obligadas de familiares en tiempo de vacaciones dejaron de darse. Los malos olores y el problema del agua contaminada, espantó a todo mundo, relató Miguel Zabalza.
El ejidatario, Miguel Zabalza, aseguró que aún hay pescado, pero esta contaminado y no puede ser objeto de consumo.