Guadalajara, Jalisco.
Hace unos meses, una mujer murió al someterse a una liposucción en un restaurante acondicionado como clínica en Tepatitlán. ¡En un restaurante!
A Nayeli Guzmán, la víctima, los pseudomédicos le prometieron que saldría caminando después de hacerle una lipoescultura en 12 zonas del cuerpo.
¿Increíble, no?
Una vez que “la Matabellas” dejó de estar en las portadas de los diarios, los riesgos por una mala práctica en el embellecimiento desde el quirófano dejó de importar a las autoridades.
Pero el que hasta un restaurante se convierta en un hospital obligó a las autoridades a voltear a ver de nuevo este grave problema.
Porque estos riesgos a la salud de las personas no sólo lo incentivan las instituciones educativas que ofrecen maestrías o diplomados ilegales, sino la población que busca cirugías baratas, lamenta la cirujana plástica certificada, Elizabeth Márquez Ferreiro:
“Ahorita es terrible el hecho de que el que te corta el pelo, te pone el bótox, el que te pone un relleno…
Yo tengo pacientes que llegan y me dicen: ‘No, doctora, es que a mí me cobran tres mil pesos por todo el bótox las veces que yo necesite’. Les digo: ‘Bueno, pues no sé qué te pongan’. ¿Pues yo qué puedo decir?”.
Si te vas a realizar una cirugía estética,
Antes debes comprobar la certificación vigente de tu cirujano. Y eso lo puedes hacer desde tu computadora en la página del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (cmcper.org), cuyo directorio tiene inscritos a más de dos mil profesionales certificados en el país.
Aunque también lo puedes consultar en la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (cirugiaplastica.mx).
Ojo aquí: también debes verificar que el establecimiento de salud tenga la licencia sanitaria vigente otorgada por la Cofepris o la Coprisjal. Y atento: ésta debe estar a la vista.
A decir de la especialista, las principales cirugías que se realizan son:
- La rinoplastia, que es la cirugía de nariz;
- El implante de senos
- Y la lipoescultura.
Como especialista certificada, Elizabeth Márquez ha tenido que reparar casos mal hechos por pseudo médicos que han dejado con graves secuelas a los pacientes:
“He tenido personas que han tenido incluso parálisis faciales porque llegan y se encajan en zonas donde los nervios están muy superficiales y me llegan con parálisis superficiales.
Una vez, tuve un absceso en la punta nasal de una persona (a la) que le pusieron un hilo en la nariz y la punta pegaba a la dermis, y esto se estaba infectando y ahí el riesgo es que se necrose (que se pudra) toda la punta nasal
y hay que hacer una reconstrucción con un colgajo y es terrible”.
Según datos del Colegio y Sociedad de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Jalisco,
la Zona Metropolitana de Guadalajara es la segunda ciudad del país con mayor demanda en México para hacer procedimientos estéticos
sólo después de la Ciudad de México. Aquí se realizan tres de cada 10 cirugías plásticas o procedimientos estéticos.
La especialista aseguró que el marketing utilizado por estos nuevos “matabellas” que promocionan su trabajo y sus “clínicas de belleza” en redes sociales como Instagram, Twitter y Facebook es lo que ha empeorado este que, de por sí, ya es un grave problema de salud pública, y las autoridades sanitarias deberían de regularlas, verificarlas y sancionarlas.
En el primer semestre de 2022, el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica reportó seis muertes de personas durante una cirugía estética realizada por médicos no certificados.
Podría pensarse que la lista es baja, pero una sola muerte provocada por un doctor que no está preparado para hacer estos procedimientos es una alerta que debe poner a trabajar a las autoridades sanitarias. Y la tarea de arranque no es tan complicada, ya que ellos mismos se anuncian en todas las redes sociales.