Guadalajara, Jalisco.

Leonardo Padura Fuentes recibió el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara (UdeG) durante una ceremonia realizada en el Paraninfo Enrique Díaz de León, donde el escritor cubano centró su discurso en la relación que lo une desde hace más de tres décadas con la ciudad y con esta casa de estudios.

Padura abrió su intervención recordando sus primeros años y la distancia entre sus aspiraciones juveniles y el camino que finalmente eligió

“Durante los primeros 18 o 20 años de vida lo que más añoré fue tener una medalla como jugador de béisbol y ahora me estoy ganando medallas como escritor. Es un destino que yo no esperaba y que ha sido tan satisfactorio en muchos sentidos”.

El autor recordó que llegó por primera vez a Guadalajara en 1990 para un encuentro de narrativa.

Foto: Héctor Navarro

Al año siguiente, atravesó un episodio que marcaría definitivamente su carrera: su novela Pasado perfecto, que había sido seleccionada para un premio en Cuba, quedó sin publicación cuando el certamen fue declarado desierto.

Esa incertidumbre cambió rumbo gracias a Paco Ignacio Taibo II, quien decidió incluir la obra en una colección de novela policiaca de la editorial universitaria.

Padura relató ese momento como un punto de inflexión.

“Paco vino para México, yo viajé después a un festival en Cancún y cuando nos vimos me dijo: ‘Mira lo que tengo aquí’. Me dio un ejemplar impreso de Pasado perfecto y fue una conmoción.

Aquella edición tenía erratas hasta en la mirada, incluso decía ‘Leonardo Pandura’, pero existía la novela, y eso fue muy importante”.

Foto: Héctor Navarro

Desde entonces, dijo, la ciudad se convirtió en un puente profesional que con el tiempo se transformó en un espacio afectivo. 

Creo que ya lo he convertido en un pretexto, porque lo que me gusta es venir a Guadalajara y estar con los amigos que tengo acá”.

En la ceremonia, Dulce María Zúñiga Chávez, rectora del CUCSH, destacó el alcance ético y crítico de su escritura. 

“Celebramos al escritor que ha sabido transformar la memoria, la historia y el desencanto en materia literaria. La literatura no solo narra el mundo: lo cuestiona, lo ilumina y lo redime”.

• La rectora general de la UdeG, Karla Planter Pérez, recordó que Pasado perfecto fue publicada por esta institución en 1991, dando inicio a una colaboración sostenida a lo largo de décadas. Afirmó que Padura es “un amigo entrañable y un pilar fundamental” en la vida cultural de la universidad y de la FIL Guadalajara.

Fotografía: Abraham Aréchiga