Indolencia, indiferencia y omisión, son los adjetivos que usó Raúl Muñoz Delgadillo, vocero del Frente Unido Contra la Contaminación y la Impunidad, para explicar por qué luego de ocho años nadie ha sido castigado por la muerte del niño Miguel Ángel López Rocha, quien murió el 13 de febrero de 2008, tras caer al Río Santiago y tragar agua envenenada.

En ocho años tampoco ha habido avances en la calidad del agua que corre por el Río Santiago, pues pese a que ya hay plantas de tratamiento en la Cuenca El Ahogado, el agua tratada se mezcla con la contaminada y el torrente sigue sucio.

Por ello, este viernes 12 de febrero, habitantes de El Salto y ambientalistas harán un plantón frente a Palacio de Gobierno.

El Frente Unido contra la Contaminación y la Impunidad presentó en septiembre pasado, una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco(CEDHJ), al cumplirse siete años desde que se emitió la macrorrecomendación para sanear el Río Santiago. La queja iba dirigida a la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Magdalena Ruiz Mejía, a quien señalan como omisa para mejorar las condiciones del Río Santiago.

Elías Rodríguez, integrante del Frente, dijo que las autoridades federales, estatales y municipales se lavan las manos y se lanzan la responsabilidad una a la otra para limpiar las aguas del Río Santiago, e incluso de la Laguna de Cajititlán.

Desde el 13 de febrero de 2008, cuando murió el niño Miguel Ángel López Rocha a causa de las aguas contaminadas del Río Santiago, han muerto 628 personas en El Salto y Juanacatlán, por padecimientos vinculados a la polución, al fallecer de cáncer e insuficiencia renal.