Guadalajara, Jalisco.

Uno de los principales atractivos que se prometieron del sistema Macrobús era el ahorro en tiempo al usuario, ya que al circular por un carril exclusivo sus traslados serían más ágiles que los que harían en un auto particular.

Y esa rapidez de los autobuses articulados frente a un recorrido en vehículo en horas pico, se mantiene. Sin embargo, tras 15 años los usuarios perciben un servicio de menor calidad. Así lo muestra la Encuesta de Satisfacción que aplicó en 2023 el Instituto Metropolitano de Planeación (Imeplan). 

Entre 2018 y 2023, Mi Macro Calzada bajó su calificación de 8.1 a 7.0.

• Además, bajó la frecuencia de paso de las unidades. Hace seis años, el pasajero esperaba un promedio de 10 minutos con 54 segundos y en 2023 esto aumentó a 11 minutos con 54 segundos.

Fotografía: Gobierno de Jalisco

Raúl Díaz, urbanista del ITESO y ex presidente del Observatorio de Movilidad y Transporte, detalló algunas deficiencias del servicio.

“Yo ahora que hice este recorrido para hacer esta valoración, me di cuenta que la infraestructura tiene un deterioro natural, pero acusa que ha tenido poco mantenimiento.

Apenas ahorita veo que se le está dando mantenimiento, pero en este momento, a 15 años, veo un agotamiento en la infraestructura, donde los sistemas de puerta ya no funcionan, no hay señalética en todo el sistema”, mencionó. 

Y no sólo eso. También advierte que ha incrementado la inseguridad en esos puntos.

"Pues aveces si les hace falta".

"Insufientes".

"Asi bien lleno..."

Pese a las voces críticas, el director de Transporte, Amílcar López, subrayó que Mi Macro Calzada puso orden en el caos que era el transporte público en el corredor de la Calzada Independencia-Gobernador Curiel, antes de 2009.

“Si no se hubiera hecho la calzada, ¿qué hubiera pasado sin Mi Macro y los tiempos de viaje? Hoy el ahorro de tiempo de viaje es superior.

No solo para los usuarios del sistema, sino también para todos los usuarios de la vialidad, hay que recordar cómo era la Calzada antes y cómo había una anarquía de la vialidad.

También hay que decir que el transporte público ocupaba uno o dos carriles, era muy desorganizado, era muy complicado pasar por la Calzada y ahora, si bien no es una de las vialidades más rápidas de la ciudad, sí presenta una cierta agilidad”, expresó. 

Una queja constante de los usuarios es que, en horas pico, hay hacinamiento en las unidades articuladas.

Aunque, ciertamente, ese es un fenómeno que sucede en diversas ciudades, no solo en Guadalajara; es el caso del Transmilenio de Bogotá, donde la “gente viaja empaquetada”, señaló el urbanista del ITESO, Raúl Díaz.

“El sistema sigue siendo operado como un negocio, no como un servicio. ¿Qué quiero decir? Que las frecuencias de paso siguen siendo calculadas para que el índice de pasajero por kilómetro sea lo más alto posible para que genere mayor rendimiento al negocio, pero la factura se la cobras al usuario cotidiano”, enfatizó. 

Un logro del Macrobús fue romper el paradigma de quitar un carril para los autos y dejarlo exclusivo para el transporte público. Amílcar López, director de Transporte Público, recordó que costó romper esa idea de que los calles son solo para los autos particulares.

“Si bien sabemos que de repente puede existir alguna molestia de todos aquellos automovilistas o usuarios de sistemas privados porque se reduce la sección para la circulación.

Lo cierto es que es un tema de justicia social, donde le damos un espacio digno y de buena velocidad de circulación a los que más usan esa vialidad, que son los usuarios del transporte público”, indicó. 

Y ante la baja calificación que recibió Mi Macro Calzada de los usuarios, el Gobierno de Jalisco anunció la modernización de las 27 estaciones y la adquisición de nuevas unidades por parte de la empresa concesionaria.

De ello hablaremos en la tercera parte.