Guadalajara, Jalisco.

Paola cumplió: compró 15 tamales para congregar nuevamente a toda su familia el 2 de febrero, el Día de la Candelaria. La figura del Niño Dios que encontró en el pan, la comprometió a llevar este platillo a la mesa para acompañarlo con atole.

Al igual que cientos de tapatíos, Paola acudió al barrio de la Capilla de Jesús, para ahorrarse el laborioso proceso de preparar un tamal.

Este año, la pieza con carne tuvo un costo de 16 pesos y la de dulce de 14, con  aumento de 1 a 2 pesos  por el gasolizano, explicó Salvador Fajardo, la cuarta generación de los profesionales del tamal de este tradicional barrio.

Desde 1953, la familia Fajardo preserva esta tradición en el barrio de la Capilla de Jesús.

Días previos a cada 2 de Febrero  empieza en su establecimiento la producción masiva de tamales, sin perder el toque artesanal. Los más vendidos: los rojos, mole verde, rajas con panela y elote.

Este año suman más de 48 horas de trabajo ininterrumpido.