Múnich, Alemania.
¿Es la música clásica aburrida y solo para mayores de 60 años? Jóvenes músicos alemanes y de otros países están demostrando que no es así, convirtiéndose en estrellas con instrumentos como el violín o el piano en redes sociales como Tiktok e Instagram.
Como "influencers" de este tipo de música, logran entusiasmar a un público joven por la música clásica y neoclásica. Música de concierto en un formato apto para teléfonos móviles: una evolución lógica que, según los expertos, también tiene sus inconvenientes.
El pianista Louis Philippson, de la localidad alemana de Mülheim an der Ruhr, tiene unos 800.000 seguidores solo en Tiktok y ahora da conciertos en salas con las entradas agotadas, como por ejemplo en el marco de la "Night of the Proms". "Para mí es una locura", dice este joven, de 21 años.
En sus canales suele divertirse con la música. Philippson acepta retos, toca el piano con los ojos vendados o se atreve con una pieza musical cuyas notas están impresas en una servilleta. Y escudriña las habilidades al piano de Daphne, una de las protagonistas de "Bridgerton", en la primera temporada de la serie de Netflix.
Su veredicto: deberían haber contratado a un pianista de verdad. "¡Eh, Bridgerton, llámame!", exclama divertido.
"Definitivamente, las redes sociales han despertado el interés de los jóvenes menores de 30 años", afirma el pianista Tony Ann, que actualmente está de gira por todo el mundo con una mezcla de música neoclásica conmovedora y pop romántica.
Este canadiense, de 31 años, lleva a sus 3,1 millones de seguidores de Instagram al interior del autobús de la gira, incluidos el bar y el dormitorio, o muestra fragmentos de conciertos.
La concertista de piano Annique Göttler, nacida en 1995 en la ciudad alemana de Stuttgart, también pertenece a la generación de músicos para los que la presencia en formatos compatibles con teléfonos móviles es algo natural.
"Tener un canal de Instagram y una página web es la tarjeta de presentación de hoy en día", escribió Göttler en 2023 en un artículo para la Asociación Alemana de Músicos de Passau. Afirma que las redes sociales son el "mayor escenario del mundo", pero que también hay mucha competencia.
Y añade: "Quien no está en las redes sociales tiene muchas menos posibilidades y diría que casi pierde desde el principio".
Por otro lado, las redes sociales son ahora vitales para el negocio de los conciertos, como por ejemplo para entrar en contacto con nuevos organizadores. Instituciones, organizadores de eventos y sellos musicales prestan atención al número de seguidores, dice la profesora de diseño de conciertos Hanni Liang, de la Universidad de Música de Múnich.
"La forma de valorarlos está cambiando", indica. Añade que, en algunos casos, se contrata a músicos únicamente por su presencia en las redes sociales, "pero no por su arte".