Guadalajara, Jalisco. 

La inteligencia artificial ha dejado de ser únicamente una herramienta académica o tecnológica para convertirse en un interlocutor cercano y, en muchos casos, íntimo. Cada vez más jóvenes recurren a sistemas automatizados para expresar miedos, dudas existenciales y malestares emocionales, otorgándoles un papel que antes ocupaban amistades, familiares o profesionales de la salud mental.

Este fenómeno fue analizado durante el Foro IA: Juventudes entre el conocimiento y el cuidado Algoritmos de consuelo: juventudes y salud mental en la era de la IA realizado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), donde especialistas reflexionaron sobre el vínculo entre inteligencia artificial y salud mental en las juventudes.

• En el encuentro se advirtió sobre los riesgos de delegar procesos sensibles como la construcción de la subjetividad y la gestión emocional a tecnologías que no fueron diseñadas para asumir ese rol.

Aunque la IA ofrece acompañamiento inmediato y un espacio que muchos jóvenes perciben como “no juzgador”, los ponentes alertaron que también puede normalizar respuestas simplificadas, reforzar sesgos y debilitar la necesidad de vínculos humanos genuinos.

Durante el panel se cuestionó la forma en que estas herramientas son diseñadas para generar cercanía emocional. 

Gabriela Ramos, Candidata de México a Directora General de la UNESCO.

“Tendrían que ser herramientas que tuvieran cara de herramienta, no de cara a una de un amigo, pero así se hace para que la interacción sea mucho más intensa y se cree esta adicción y este vínculo”

• El riesgo, insistieron, es particularmente alto en niñas, niños y adolescentes. 

“Nuestros mecanismos socioemocionales, de conectividad, de criterio ya están formados. En un niño y en un adolescente no lo están, de ahí el alto riesgo en el que incurren cuando

se vinculan con estas tecnologías sin ninguna capacidad de discernir a qué están expuestos y tampoco sin ninguna orientación”

Se presentaron además datos que dimensionan el fenómeno. Un estudio aplicado a mil jóvenes de entre 13 y 17 años reveló que el 70% ha utilizado herramientas de inteligencia artificial para desahogar preocupaciones personales; 30% lo hace de manera regular y 13% a diario.

Al menos un tercio recurre a estos sistemas específicamente para obtener respuestas emocionales, valorando que se trata de espacios que “no juzgan”, aunque persisten cuestionamientos sobre el manejo de la información sensible.

El panel concluyó con un llamado a atender de manera preventiva los efectos de estas tecnologías en la salud mental.

Casos recientes han evidenciado que cuando las herramientas automatizadas no detectan situaciones de riesgo o refuerzan estados de vulnerabilidad, las consecuencias pueden ser graves. Lo que está en juego no es solo el bienestar individual de las juventudes,

sino la forma en que aprenden a pensarse, a vincularse y a habitar un mundo crecientemente mediado por la inteligencia artificial.

Para UDGTV Canal 44, Barbara Ramírez.