Guadalajara, Jalisco.

Los feminicidios provocados por un joven de 20 años en un motel y en la universidad UTEG no solo son una muestra del deterioro del tejido social como lo dijo el gobernador en sus redes sociales.

• Sino también es una clara muestra del limitado o nulo acceso a la atención en salud mental de la población, advirtió el psicólogo y experto forense y maestro en criminología, Francisco Gutiérrez Rodríguez:

“Es lamentable como el acceso a la salud mental pues no se cuenta, mientras que las recomendaciones internacionales nos hablan de destinar el siete por ciento en gasto en salud, en Jalisco estamos por debajo del uno por ciento.

Entonces esto no permite la integración de mayor recurso humano técnico y financiero que permitan integrar los gabinetes, aumentar a la población el acceso a la salud mental”.

Reiteró que debe haber una capacitación continua en el personal de salud y educativo.

Sin embargo, se deben replantear los programas escolares y contratar personal experto en salud mental suficiente para las escuelas para detectar de manera temprana estas conductas de riesgo:

“Es de vital importancia la detección oportuna de estas señales de riesgo que pueden evolucionar a una conducta como la que estamos hablando.

Capacitación a los maestros, a los profesionales de la salud en estas señales de riesgo, control de impulsos, la autoestima, familias expulsoras, el consumo temprano de drogas, actos de crueldad, saña inaudita, problemas de conducta que si son atendidos oportunamente habrá una gran posibilidad de prevenir este tipo de conductas”.

Además advirtió que aunque el estado ya trabaja modificaciones a ley de salud mental, no contempla darle más recursos sobre todo para que la población sea atendida desde el primer nivel de atención, como en los centros de salud, sino que va a la privatización:

“A la hora que usted contempla el presupuesto asignado, no contempla mayor asignación de estos recursos en primer nivel...

Prácticamente lo que está pasando en México es una privatización de la salud mental, porque la gente tiene muy poco acceso, no tiene las posibilidades económicas para el consumo de medicamentos en algunos casos que son requeridos, pero tampoco una cultura de acudir a estos servicios”.