A pesar del fortalecimiento del dólar,  la caída de los precios del petróleo y de los altibajos de la economía global, el gobierno federal puede  presumir que la inflación acumulada del año pasado fue de apenas 2.13 por ciento, debido a un método de medición engañoso, que se aleja de la realidad, aclaró el académico del Departamento de Métodos Cuantitativos, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Héctor Luis del Toro.

El investigador de la UdeG explicó  que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó una inflación subyacente, en la que se excluyen los precios de los productos con mayor fluctuación y que de esta forma la inflación alcanzó el nivel más bajo en 45 años, aún con factores económicos adversos.

De acuerdo con el estudio que realiza el Departamento de Métodos Cuantitativos sobre el comportamiento de los precios de 121 artículos de consumo básico, la inflación acumulada en 2015 fue de 6.67 por ciento.

De estos productos, 98 registraron incrementos. Los que más se encarecieron son el chayote con un 51 por ciento,  la cebolla con 50 por ciento, el frijol con el 43 por ciento,  el pescado mero fileteado 39 por ciento y jitomate 29 por ciento.

Esto, a pesar de las medidas emprendidas por el gobierno federal para  mejorar la economía familiar, como la reducción de las tarifas eléctricas, la eliminación de los gasolinazos y la desaparición de los cobros por llamadas de larga distancia nacional.

El académico Héctor Luis del Toro evidenció que estos resultados, contradicen  las dudosas cifras oficiales.

El investigador de la UdeG subrayó que la población  afrontó un complicado 2015, con un pobre aumento en el salario mínimo de 2.94 pesos, para acentuar su pérdida de poder adquisitivo. En los últimos 35 años, el poder adquisitivo de los mexicanos se desplomó 79 por ciento.