El humor es político: entre mezcales, discuten la función de la comedia en la crítica social




Guadalajara, Jalisco. 

En la zona centro, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara estuvo presente con una charla sobre humor y política, en una transformación de las mesas de debate del programa FIL Pensamiento, donde comediantes, desde el bar llamado “Pare de sufrir”,

discutieron lo que representa la comedia cuando de hacer una crítica política o activismo se trata.

Después de un trago de mezcal y dejar la formalidad en un plano secundario, la primera en tomar la palabra para responder una pregunta lanzada desde el público fue la comediante y actriz chilena Natalia Valdebenito, quien señaló que al hacer comedia, en ocasiones es complicado definir un rol en un escenario político.

  • En su caso, se definió como una “susurradora entre el público y el poder”:

“Para mi es muy determinante quién soy, cuando me di cuenta que yo era una mujer que hablaba, dije esto es un set político;

hablar de sexualidad con muchos, aunque parezca que es algo liviano, es puesta la sexualidad de la mujer en el escenario, entonces vuelve a ser político, porque hablamos desde nuestro deseo, y no desde el deseo del capital, no del deseo del varón,

sino de cómo yo me muevo con el deseo, entonces ahí empiezan las decisiones”, señaló.

Pero, así como puede haber posicionamientos cómicos subversivos, la comedia no siempre parte del mismo lugar y con el mismo sentido, pues el académico y filósofo catalán, Daniel Gamper, señaló que

la risa también puede ser un reflejo de lo conservador, al ser resultado de la resistencia al cambio: es ahí donde la risa continúa como una reafirmación o rechazo sobre ciertos temas.

Otra de las perspectivas fue la del comediante Pedro Saborido, de Argentina, quien considera que la comedia mantiene una esencia política, ya que no la entendería de otra forma sí no fuera cargada con algún análisis del entorno.

“Nuestro primer acuerdo con la gente es vamos a reírnos, y después va a venir lo otro, que si vos sos honesto intelectualmente, aparece. Yo, cuando hablan de lo que quizás puedo hacer como chiste,

quizás todo lo que hago no tiene un sentido político, pero no puedo dejar de ser yo mientras lo hago, no sé si podría hacer un montón de humor que no fuera político,

 que no tuviera en algún momento un análisis social. Yo soy como una especie de sociólogo de pizzería, aprovechar el disturbio mental para ver y transformar en algo artístico, no porque me sienta superior, sino porque lo miro distinto”, comentó Saborido.

  • Este encuentro fue una continuación de la charla en la Rambla Cataluña, horas antes, llamada "Humor y Política", como parte del programa FIL Pensamiento, en la presente edición de la FIL Guadalajara.