Si un órgano humano debería de ser celebrado el 14 de febrero no es el corazón sino el cerebro. A lo largo de los años, el conocimiento científico ha podido valorar las relaciones complejas que tiene este órgano craneal en el desarrollo y ejecución de todos los sistemas orgánicos del cuerpo humano.
Con esta premisa sobre el cambio en el paradigma de la biología evolutiva desde la ilustración, el científico mexicano Antonio Lazcano Araujo ofreció la conferencia “La chispa de la vida”, donde habló de los procesos eléctricos que hacen funcionar al cerebro, entre otras cosas, para generar los sentimientos.
El catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es el miembro más reciente de El Colegio Nacional, donde se encuentran científicos, artistas y literatos mexicanos destacados.
Lazcano Araujo no solo ha sido reconocido en México si no que sus investigaciones sobre biología evolutiva también han sido dignas de destacarse en el extranjero.
Este martes, dentro de la Cátedra Julio Cortázar, habló sobre la utilización de la energía eléctrica para conocer el cerebro y con ello, la evolución humana.
Lazcano también habló de la necesidad de los movimientos laicos de científicos para poder avanzar en las discusiones sobre la evolución de los organismos. Desde Kant hasta Darwin, la conferencia se prolongó más de una hora donde jóvenes y no tan jóvenes pudieron escuchar, en un lenguaje ameno, la charla.
Lo esencial, dijo Lazcano, es que el movimiento intelectual que marcó a la sociedad es la evolución.