Guadalajara, Jalisco.

Han pasado cuatro días desde que el incendio en Atemajac de Brizuela envolvió al pueblo entero en humo pero también a sus habitantes en una tristeza profunda al ser testigos de que su bosque, como así lo describen ellos, no ha parado de quemarse.

Las niñas y niños del pueblo quienes han crecido y convivido con el bosque lloran su pérdida, Lizeth Nava habitante del municipio compartió.

“Hay muchos niños que nos han comentado que están tristes que se van acabar los bosques, que la flora está siendo menos y si se nota mucha tristeza en este incendio que se está presentando”.

Yolanda Aguilar, otra habitante Atemajac de Brizuela describió lo que han sentido tras este incidente que al momento marcó la vida de cada persona del pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande. Pero también a todo Jalisco al ser el incendio más grande que se ha registrado hasta el momento.

“Es una tristeza ver mi bosque incendiado todo el día escuchando helicópteros, personas desesperadas por no poder hacer nada. Hay brigadistas, personas del pueblo ayudando pero aún así no es suficiente. Ahorita en la noche parece un incendio, todo está en llamas. Personas y niños llorando. El aroma que antes era pino ahora afecta al respirar, duele la cabeza, arde los ojos, no se ve nada, sólo la neblina del humo. Cae el ojochal quemado, caen cenizas”.