Guadalajara, Jalisco. 

El panel "Muro a muro Sociedad supermercado" en FIL Pensamiento, con Bruno Maçães, Jacobo Dayán y Maruan Soto Antaki, analizó la crisis de la moral en la política global. Se debatió la transición de un paradigma basado en valores y límites a uno meramente transaccional.

Los expertos concluyeron que esta lógica incide a la sociedad, la cual se comporta como un "supermercado" regido por el interés individual en lugar del orden ético.

Los panelistas señalaron que el proyecto civilizatorio fundado en la dignidad humana y la democracia liberal está colapsando. Jacobo Dayán argumentó que esta transición ha llevado a la pérdida del bien común y al surgimiento de empatías identitarias y excluyentes.

El experto Maruan Soto identificó a la crisis económica de 2008 como el primer elemento visible del quiebre. Este deterioro se vio rebasado por crisis como la de Siria, que expuso la incapacidad mundial para contener la violencia y los flujos migratorios.

“Yo no estoy tan peleado con la idea de esa posición que de forma natural, no porque me guste, sino porque es un poco de realidad.

Se dio, por ejemplo, en Medio Oriente, son las que tú la conoces también muy bien. Te pongo el caso sirio, por ejemplo, la Siria francesa o afrancesada de los primeros 20 años posteriores a su independencia en la década de los 40, no funcionaba mal”.

- Maurán Soto, novelista especializado en cultura árabe. 

“Resultó que se nos había caído como a sí, la religión, se nos cayó también la ideología y lo único que quedó es centrarnos en nosotros mismos. Entonces viene la identidad donde solo defiendo a los niños, los niños, los niños.

Y justo esa idea excluyente es lo que también creo que destruyó el liberalismo. Porque va en contra de su naturaleza.

El liberalismo, al menos teóricamente y la democracia teóricamente tiene que ser influyentes”.

Soto sostuvo que la pérdida de las anclas ideológicas provocó el giro de la sociedad hacia la identidad, lo cual va en contra de la naturaleza inclusiva del liberalismo teórico y contribuye a su destrucción.

Una consecuencia social grave de este desorden es la asimilación aspiracional a autoridades informales y violentas (como el crimen organizado), ante la falta de credibilidad y la disolución del orden formal.

Escrita por: Julio León.

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