Guadalajara, Jalisco

A 10 años de la muerte de Gabriel García Márquez y 100 de su natalicio, la periodista colombiana Silvana Paternoso revisita la vida del prócer a través de un libro narrado por colaboradores y colegas del escritor quienes relatan sus mejores recuerdos y revelan algunas anécdotas inéditas.

En el primer día de actividades de la FIL, Paternoso presentó la nueva edición de su libro “Soledad & Compañía: La vida de Gabriel García Márquez contada con la ayuda de amigos"

"En dónde incorpora un nuevo capítulo en el que habla de los primeros 10 años póstumos del barranquillero y hace énfasis en el hito que marcó en la literatura hispanoamericana la publicación de esa obra, de hecho, divide su vida en antes y después de ese título."

"Hay relatos que dicen que Gabo le dijo a su hermano menor cuando tenía 13 años 'yo voy a escribir un libro que sea más leido que el Quijote'"

"Además tenia una disciplina y un rigor de escritor además de talento, era algo de Gabo que no se sabe, era un negociador político ya después de 100 Años de Soledad".

La periodista recorrió varios países en búsqueda de personas que acompañaron a Gabo, como cariñosamente lo recuerdan quienes lo apreciaban, para platicar con ellos y recoger sus mejores experiencias

• Con miras a generar una edición en donde se reconstruya la vida del escritor como ser humano, lejos de la devoción que se generó alrededor de su literatura y su persona.

"Tomé mi grabadora y me fui a buscar a todas esas personas que yo sabía que me iban a decir algo sobre García Márquez que iba a iluminar algo de este personaje tan complejo. Entonces son como 70 voces grabadas que luego yo me siento a transcribir".

La escritora relata en su libro pasajes de la vida de Gabo como cuando, por ejemplo, visitó Pátzcuaro Michoacán mientras redactaba 100 Años de Soledad y donde conoció a un par de personas que le ayudaron a que su libro posteriormente se distribuyera en Estados Unidos.

También recuerda anécdotas sobre cómo utilizaba el claxon de manera muy particular para hacerle saber a sus amigos de Barranquilla que estaba en el pueblo caribeño, sin alertar al resto de la ciudad, pues su fama le impedía llevar una vida cotidiana desde hacía décadas.

Fotografía. violeta Meléndez