Pagar por Dinamarca Parte II: Desdén institucional y medicamentos pirata

Si bien es cierto que el Estado tiene la obligación de atender a toda la población y de priorizar su salud, tiene una responsabilidad mucho mayor de atender a quienes enferman por su negligencia.



Guadalajara, Jalisco. 

En la primera entrega te expliqué la complejidad de nuestro sistema de salud, y de cómo estamos muy lejos de que éste sea como el de Dinamarca, como nos lo prometieron e incluso aseguró el presidente López Obrador que sería un hecho a finales del 2023

"El año próximo a finales, a más tardar a finales ya tendremos un sistema de Salud pública como el de Dinamarca y puede ser que mejor, vamos a tener un sistema de salud pública en donde la atención médica,

los medicamentos son gratuitos"

Porque, ahora, esta administración federal se ha empeñado en volver a centralizar la atención en salud, lo que a decir de especialistas en la materia, ha retrocedido 30 años al país.

  • Si bien es cierto que el Estado tiene la obligación de atender a toda la población y de priorizar su salud, tiene una responsabilidad mucho mayor de atender a quienes enferman por su negligencia. 

Por ejemplo, por políticas ambientales mal implementadas y no sancionar a las grandes industrias que contaminan nuestras aguas, como lo mencionó la investigadora de la UdeG, Aída Alejandra Guerrero de León, durante la celebración del Día del Agua: 

"Existe una omisión en las políticas públicas,

al menos en este último sexenio, ni (en lo) federal ni estatal se han atendido los problemas. Entonces, tenemos una gran problemática desde la parte de vista del Gobierno".

Distintos colectivos y asociaciones civiles han realizado estudios y muestreos que confirman que la contaminación de esas zonas influye en el daño renal de la población, por lo que las y los pacientes exigen que el Estado se haga cargo de estas consecuencias por su negligencia y falta de medicina preventiva

Comenta Milagros Naveja, presidenta de la Asociación Donación de Milagros y también trasplantada de riñón desde hace siete años: 

“Que se den cuenta que nos están matando a los jaliscienses y, además, es muy duro lo que voy a decir pero al final en Jalisco nos enfermaron: sus aguas nos tienen enfermos.

Somos 20 mil pacientes renales, entonces necesitamos que quien quede electo se haga responsable”.

Que se hagan responsables tanto el Gobierno federal como el estatal, como el gobierno municipal y los diputados locales y federales que tomen en serio el asunto”.  

Pero, además de que el sistema de salud federal ha ido de mal en peor por el desabasto de medicinas y de que los pacientes tienen que comprar sus fármacos cuando no hay, ahora también han sufrido la entrega de medicinas de dudosa procedencia y otras de mala calidad en el propio Seguro Social.

Blanca Arriola, otra paciente trasplantada, explica a detalle:

“Que nos dan un medicamento pirata. -¿Cómo se dieron cuenta?- Por el diseño de la cajita, se veía de colores diferentes y también el frasco donde venían las pastillas de esa marca de medicamento se veía muy mal hecho, se veía el pegamento corrido, pues mal hecho”. 

“Nos contactamos con el laboratorio y el laboratorio nos dijo que ‘ese medicamento no lo hicimos nosotros’ (ellos)”.

Luis Daniel Casillas Hernández tiene 29 años y hace casi siete recibió su trasplante. Él se dio cuenta de que sus riñones no funcionaban luego de un accidente y a partir de ahí su vida ha sido un calvario: 

“Es una constante problemática porque, desde que no hay, no te surten completo. Hay que estar llamando, no contestan, hay que estar yendo, de repente no hay oportunidad de ir. Yo trabajo y estudio a la vez, hay que estar llamando y es una constante problemática, sobre todo en el abastecimiento”. 

  • Lo cierto es que, en los últimos años, las alertas epidemiológicas de la Cofepris por medicamentos pirata han ido a la alza. El problema es tan grave que éstas se han entregado dentro de las mismas instituciones públicas de salud. 

Además de que es médica, Daniela Milanés también es paciente trasplantada desde hace ocho años y actualmente su cuerpo está rechazando el riñón, por lo que ahora necesita hemodiálisis.

Sin embargo, no hay lugar en el IMSS y pagarlo por fuera no es una opción, además del riesgo de contaminación del catéter mientras espera su turno:

“De nada me sirve tener un catéter si no me aseguran un lugar. Dos: si voy a estar pagando por fuera la hemodiálisis, no me va a (alcanzar para) costear las hemodiálisis ni el medicamento, ni el tratamiento…”. 

Cada vez hay más pacientes con daño renal, y por lo tanto hay más solicitudes de apoyo, Donación de Milagros sólo asistía a niñas y niños, pero ahora se abrió a la atención de jóvenes y adultos porque cada vez hay más enfermos

“A mi me ha impactado, yo creo que se ha incrementado un 500 por ciento de cuando yo empecé, todos los días para lo que nos hablan, y tengo que decirles que no hay, es para hemodiálisis.

Es doloroso porque te dicen: ‘Es que si no me ayudas me voy a morir’, y tú sabes que sí es cierto”.

Debido a la dimensión de este problema, las asociaciones sostienen que las autoridades de todos los niveles deben tomarlo como un asunto de seguridad nacional, pero no solo deben atender a quienes ya están enfermos, sino que tienen que enfocarse en la detección oportuna y en la prevención. Como sí ocurre en Dinamarca. 

Pero hay otra enfermedad que es catastrófica, que deja a los pacientes y sus familias en la ruina y que, a pesar de contar con una supuesta atención médica del Estado, sus familias venden todo y se han quedado en la ruina.

Mañana vamos a hablar de cómo se atiende en México a los pacientes con cáncer. 

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Rocío López Fonseca