Cruzaron el Darién para llegar a EEUU, pero ahora regresan en barco a sus países de origen
EFE/ Bienvenido Velasco




América Latina.

Desafiaron la selva del Tapón del Darién, caminando durante días a través de uno de los pasos migratorios más peligrosos del mundo. Su meta era clara: llegar a EEUU y solicitar asilo.

Ahora, en pequeñas embarcaciones, muchos de esos migrantes –principalmente de Venezuela y Colombia– están regresando tras las restricciones impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump.

Alexander Jiménez Meléndez, migrante venezolano:

“Toda la travesía que pasamos, que fue el Darién. Mi esposa estaba embarazada”.

Pasaron meses esperando en México una cita de asilo en EEUU, pero hoy forman parte de lo que las autoridades llaman un "flujo inverso" de migrantes.

Las lanchas parten de una zona remota de Panamá y cruzan el mar en grupos hasta la punta norte de Colombia. Estas embarcaciones formaban parte de una red que lucraba transportando migrantes al norte.

Con la caída del negocio del tráfico en el Darién, los contrabandistas han encontrado otra forma de lucrar: ahora cobran entre 200 y 250 dólares por persona, incluidos menores, para el viaje de regreso en barco.

  • Pero el retorno no es seguro. Aunque las autoridades panameñas exigen medidas de seguridad, la vigilancia es escasa.

El viernes, una embarcación ignoró advertencias sobre el fuerte oleaje y se volcó con 21 personas a bordo, un naufragio que causó la muerte de un niño venezolano de 8 años.

“Perdí a mi hijo. Arriesgamos tanto nuestra vida para nada. Para perder subiendo y perder bajando”.

Stephanie Martinez, Voz de América.