La ausencia de una normatividad coherente y transversal ha generado una anarquía en materia de movilidad en la zona metropolitana de Guadalajara, denunció el presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de Jalisco, Carlos Orozco Santillán.
Una comitiva de este colegio acudió al Congreso Local a entregar una propuesta para que se reformen las leyes y se ponga fin al descontrol.
Orozco Santillán dijo que todo mundo cierra las calles como si fuera tierra de nadie, ya sea el Sistema Intermunicipal de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa), Telmex, los ayuntamientos o los repartidores de agua o gas, todos se sienten dueños de las vialidades. A esto se suma la mala plantación de las obras de la Línea 3 del Tren Eléctrico, señaló.
El documento enumera ocho causas por las cuales Guadalajara se ha convertido en la ciudad más colapsada de Latinoamérica: obras de alto impacto, trabajos de poca pertinencia en una temporada no adecuada, nula difusión de protocolos, mantenimiento a plena luz del día, desaprovechamiento de horarios nocturnos, obstinación de repartidores de productos de consumo, reparaciones sin previo aviso y suspensiones de vialidad por motivos religiosos o deportivos.