Bosque El Nixticuil; 15 años de despojo y destrucción
Fotografía: NTR




Guadalajara, Jalisco.

Desde 2006 a la fecha, los intereses inmobiliarios han arrasado con un 10 % del Bosque del Nixticuil, pese a un decreto en ese año de una Área Natural Protegida a cargo del municipio que abarcó mil 591 hectáreas, pero que dejó fuera otras mil ha más con zonas boscosas.

El Comité en Defensa del Bosque del Nixticuil estima que desde hace 15 años, alrededor de 30 proyectos, sobre todo inmobiliarios, han quitado 300 de tres mil hectáreas a esta reserva. Los desarrollos han sido solapados por licencias otorgadas durante las administraciones municipales en turno y las suspensiones del Tribunal de Justicia Administrativa.

Adrián Hernández, integrante del comité, asegura que el problema fue que el decreto del Área Natural Protegida quedó a cargo del municipio, quien actúa como juez y parte. Por lo menos, en la administración de Pablo Lemus han contabilizado 10 proyectos aprobados que dañan al bosque, mientras que el Tribunal Administrativo, a través del magistrado Alberto Barba Gómez, ha permitido dos de ellos, el más reciente, el fraccionamiento El Dosel.

“En el caso del Dosel es el segundo que tumba el TAE, hubo otra experiencia en el 2016, ya con Pablo Lemus a cargo del gobierno municipal. Este fraccionamiento se comienza a construir en 2015 con licencias de Héctor Robles Peiro, sin embargo a los cinco meses de que entra el gobierno de Pablo Lemus, Lemus otorga otras cuatro licencias de construcción a Bosque Encantando, a cargo de la inmobiliaria Spinelli”.

De acuerdo con el Comité Salvabosque, además la administración de Lemus Navarro fue omisa en presentar juicios de lesividad para combatir licencia otorgadas durante el gobierno anterior para el fraccionamiento Bosque Encantado.

Los proyectos que tienen registrados los activistas, con la autorización de la administración emecista, son un corredor de seis fraccionamientos en la zona de Valdepeñas, que implica la construcción de tres mil viviendas en 11 hectáreas de la zona protegida, la ampliación de la avenida Ángel Leaño para las inmobiliarias sobre el área protegida, la construcción de un taller de maquinaria de Zapopan en una zona de conservación ecológica, así como diversas licencias a desarrollos como Capital Norte.

Adrián Hernández advierte que la tendencia de crecimiento urbano hacia el norte de Zapopan mantiene esta fuerte presión de las inmobiliarias sobre el bosque, quienes venden estas viviendas como si estuvieran dentro del mismo, cuando primero lo arrasan y lo destruyen.

Con El Dosel, la construcción inmobiliaria más reciente que amenaza al Nixticuil, el activista recuerda las consecuencias de acabar con estas reservas protegidas de gran importancia para la Ciudad por ser zonas de recarga para los mantos acuíferos.

“Todavía hay varias comunidades ejidales y comunales que se alimentan del agua que viene de aquí y obviamente la ciudad, es un generador de agua muy grande para la ciudad, justo en este momento que hay una escasez, una sequía, que está generando un gran impacto para la ciudad, pues es aquí en estos lugares donde se genera el agua y son estos mismos lugares lo que el gobierno del estado está permitiendo que se destruyan”.


Fatima Aguilar