Guadalajara, Jalisco.
La transnacional Abengoa y su subsidiaria Abengoa México, que pasan por una severa crisis económica, deben enfrentar, además de su falta de liquidez que ha hecho que apenas construya dos de 140 kilómetros del acueducto El Zapotillo-León, el problema de los amparos interpuestos por los ganaderos de Los Altos de Jalisco y por el ejido Agua de Obispo, de San Juan de los Lagos.
Y uno más: que el Ayuntamiento de Cañadas de Obregón, justo donde nace el embalse artificial, no está dispuesto a permitir la obra, señaló el abogado del movimiento a favor de la conservación de Temacapulín, Guadalupe Espinoza Sauceda.
El integrante de Colectivo de Abogados dijo que tuvieron ya acuerdos con el presidente municipal de Cañadas, el priista Jaime Gustavo Casillas Vázquez.
El activista consideró que es el primer alcalde de la demarcación que realmente se manifiesta a favor del movimiento.
La alianza incluye asesoría legal del Colectivo de Abogados para determinar si la servidumbre de las carreteras se puede usar para instalar el tendido dela tubería, como pretendería el gobierno federal.
Con Abengoa se ha especulado que venderá la concesión que le otorgó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para el acueducto, pero el pasado 15 de febrero, el Sistema de Agua Potable de León aclaró que no sucederá así. Abengoa construirá el sistema completo.