Guadalajara, Jalisco.

Lleno de ilusiones como un joven con ambiciones, el torero Arturo Gilio, con tan sólo 22 años de edad, originario de Torreón, Coahuila, ubicado noreste del país, pisa tierras tapatías, y dice estar preparado en cuerpo y alma para enfrentarse este próximo domingo 5 de febrero a dos astados de tez oscura y mirada esquiva, en la imponente Plaza de Toros Nuevo Progreso en Guadalajara, catalogada como la más importante en América Latina.

Arturo Gilio, quien recientemente en noviembre del año pasado recibió la alternativa en Lima, Perú, compartió emocionado lo que para él significa esta gran celebración de la fiesta brava.

“El toro, en lo personal es mi vida, es un animal al que le tengo mucho respeto porque entrega su vida a tope, con todo, y cuando alguien entrega su vida lo valoro mucho”.

Y aunque el joven torero no ha tenido la suerte de enfrentarse con uno de los astados de la ganadería Los Encinos, dijo abiertamente tener confianza y fe al ser uno de los mejores toros de lídia en el país.

¿Pero qué significa para este joven lidiador enfrentarse ante aquel toro, que sale mostrando al desnudo su fuerza y belleza? ¿Qué significa hacerlo en aquella plaza de toros que también celebra sus 56 años de permanecer firme y llena de historias?

“Guadalajara yo creo que ocupa el primer puesto porque un triunfo aquí puede cambiar mi temporada y mi carrera”.

Pero el matador de familia torera, corre con suerte. Este próximo 5 de febrero no será cualquier corrida de toros para él, porque lo acompañan dos grandes lidiadores: Arturo Macías y Andrés Roca Rey, este último torero de gran estima para el joven que apenas se adentra a las profundidades lo que simboliza esta fiesta brava.

“Si el maestro Andrés Roca Rey, que incluso tengo la suerte de compartir plaza con él aquí en Guadalajara y él es un torero al cual admiro mucho, he tenido la suerte de verlo en el campo, y conocerlo fuera de la plaza y lo admiro tanto dentro como fuera de la plaza”.

Sin embargo, Arturo Gilio, con ambición y confianza afirmó que en esta ocasión le toca ganarle las palmas a sus compañeros de tercia.

“La verdad es que la afición peruana desde el primer momento que me anunciaron me trataron muy bien. La verdad que escuchar ese olé peruano es único, y ahora que viene el maestro a mi tierra, a México, ahora me toca ganarle las palmas en mi tierra”.