NoticiasCulturaCon "Testigos del horror", Sandra Romandía exhibe la omisión del Estado mexicano en el Rancho Izaguirre

Con "Testigos del horror", Sandra Romandía exhibe la omisión del Estado mexicano en el Rancho Izaguirre

Sandra Romandía denuncia omisiones y colaboración de autoridades en casos de violencia estructural.

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03 diciembre, 2025

Con Testigos del horror, Sandra Romandía exhibe la omisión del Estado mexicano en el Rancho Izaguirre — Fotografía: Pablo Toledo

Guadalajara, Jalisco

Una de las investigaciones más contundentes sobre la violencia estructural en México fue presentada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Se trata de la obra “Testigos del Horror”, de la periodista Sandra Romandía, quien revela los secretos y testimonios de lo ocurrido en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco.

Sandra relató que decidió investigar porque “había un antes y un después en esta historia de barbarie mexicana”.

Con más de 15 mil personas desaparecidas en Jalisco, consideró urgente documentar lo ocurrido antes de que se olvidara, apoyada en testimonios reales que muestran, de manera cruda pero veraz, la realidad del Estado mexicano.

“Esas pequeñas historias describen este gran sistema descompuesto, que es el que yo me propuse tratar de escribir en Testigos del Horror de una manera distinta. Y ofrezco una disculpa si hay momentos del libro que sí son muy fuertes, que tuve que describir y pasar noches enteras.

Ahí se plasman estas páginas: cómo los obligaban a comer carne humana, cómo los obligaban a descuartizar, cómo hacían estos juegos entre líderes criminales que estaban aburridos y los ponían a pelear entre ellos como forma de ritual, y los mataban en sus caras; y cómo comían hamburguesas mientras iban quemando los cadáveres.

Pero pienso que contar la realidad lo más apegada a ella, aunque duela, y con el mayor respeto posible, nos puede hacer abrir los ojos y, por el amor de Dios, ya no normalizar estos hechos”.

La obra va mucho más allá del perímetro del rancho, donde se encontraron restos, ropa y objetos.

La autora relata que “el monstruo no es el Rancho Izaguirre, sino una profunda crítica al Estado mexicano”, pues demuestra cómo autoridades de distintos niveles ignoraron alertas, ocultaron información y, en algunas ocasiones, colaboraron directamente con estructuras criminales.