Guadalajara, Jalisco 

En el marco del foro “Inteligencia artificial, educación profesional e investigación: desafíos y oportunidades para las universidades”, la Universidad Panamericana reunió a especialistas para reflexionar sobre el impacto acelerado de la IA generativa en los modelos educativos.

Durante la sesión, la rectora general, Fernanda Llergo Bay, y el rector del Campus Guadalajara, Abraham Mendoza Andrade, destacaron tanto los beneficios como los riesgos que esta tecnología representa para docentes y estudiantes. 

Llergo Bay señaló que entre el 70 y el 90 por ciento de los profesores ya emplean herramientas de inteligencia artificial, lo que ha transformado el acceso al conocimiento y los procesos de estudio que ayudan al estudiante a mejorar su aprendizaje.

“Nos da la oportunidad, como universidad personalizada, de acompañar a nuestros estudiantes, de ayudarlos y desarrollar en ellos capacidad crítica; que sean más reflexivos y que la lectura sea una herramienta cada vez mayor.

Porque ellos tendrán que obtener los conocimientos inmediatamente al realizar resúmenes de manera inmediata y, con ello, pueden tener un poco más de tiempo para desarrollar algunas skills importantes para su vida estudiantil y profesional”. 

Por su parte, el rector Abraham Mendoza destacó que, aunque la IA no surgió desde las universidades, es precisamente este sector el que enfrenta los mayores retos para adoptarla de forma ética y pedagógicamente efectiva. Recordó que, a tres años del lanzamiento de ChatGPT, su uso se ha vuelto universal entre estudiantes y administradores educativos.

“El 92% de los estudiantes de educación superior en el Reino Unido informaron que utilizan alguna herramienta, ya lo decía Fer; además, de acuerdo con otro estudio, el 86% a nivel global declaró usar inteligencia artificial, y también el 80% de los administradores.

Esto ha llevado a una serie de estudios académicos, desde la investigación, muy interesantes, que empiezan a identificar algunos de los retos y algunos de los efectos.

Pienso que la universidad ha sido un actor clave en cuanto a cómo mejorar la gestión del trabajo y promover hábitos de estudio e investigación; sin embargo, siguen existiendo riesgos muy importantes”.

Ambos rectores coincidieron en que la misión de la educación superior es formar profesionistas capaces de convivir con la tecnología, entender sus implicaciones éticas y utilizarla para mejorar sus procesos de aprendizaje, investigación y vida personal.

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