Guadalajara, Jalisco.

La búsqueda de Antonio Becerra en penales, en calles con pegas de su fotografía y en fosas clandestinas por parte de su mamá, Beatriz no ha cesado desde el 11 de junio de este año, el día de su desaparición.

“Desde que mi hijo desapareció, yo no he parado de buscarlo, yo, con lágrimas siempre ando en las calles, siempre que yo voy, yo voy cada ocho días al Salto y yo siempre ando buscando entre la gente ver el rostro de mi hijo. La verdad, yo no vivo desde ese día, mis hijos están por igual, sus sobrinos, sus hijos están igual, Su mujer que no está aquí tampoco”.

A José, hombres armados y en camionetas blancas, que algunas personas identificaron como de la Fiscalía Estatal, lo sacaron de su domicilio en San José del Quince en El Salto.

Jalisco llegó a un 30 de agosto, Día Internacional contra la Desaparición Forzada, con más de 15 mil personas en esa condición y el primer lugar en este delito a nivel nacional.

La problemática crece año con año al igual que las negligencias denunciadas por las familias en las búsquedas y en las investigaciones de la Fiscalía. A la vez, la esperanza de justicia desaparece para ellas y solo hay una petición, encontrarlos como sea sin buscar culpables.

“No hay nada, de mi hijo no hay nada, ya tres meses donde yo pienso que los primeros son primordiales para encontrarlos con vida. Siempre estamos esperando, pienso yo que todas mi compañeras, todo el colectivo, con todo lo que vemos que esta pasando, ¿qué queremos?, pues nada más encontrarlos, ya no nos importa, no buscamos culpables a nadie, lo que queremos es encontrar a nuestros hijos, pero con todo lo que está pasando, cómo cree que los vamos a encontrar, ¿en una fosa? ¿Dónde andamos buscando?”.

Presentar la denuncia por su desaparición fue todo un proceso burocrático. Luego de los rumores de que habían sido agentes de la Fiscalía quienes se lo llevaron, el domingo su familia acudió a la Calle 14. La encontraron cerrada. Nadie les dio informes y fue hasta el lunes, después de peregrinar por las agencias del Ministerio Público de Chapala, Guadalajara y El Salto, cuando pudieron denunciar la desaparición en este último municipio.

De lo único que tiene certeza Beatriz es que ella sí lo ha buscado en campo, pero de la Fiscalía no hay ningún indicio de ello. La carpeta está sin avances.

“Su teléfono, de él, según iban a sacar sábanas de llamadas, señorita, pero ¿hasta cuándo? Todavía a nosotros nos dicen que ya sacaron las sábanas de llamadas, ya se las entregaron, qué hay unos números repetitivos, que iban a pedir no sé qué otra vez. Voy yo, me dicen que no hay nada / Pues no me dicen nada, ¿de qué sirve que yo vaya y vaya y vaya?”.