Guadalajara, Jalisco.

Si al caminar una cuadra sientes falta de aire, si se hinchan las piernas y hasta amaneces con hinchazón, orinas poco, hay tos flemosa, son síntomas de insuficiencia cardíaca.

Si además de eso tienes antecedentes de cardiopatía en tu historial clínico o de un familiar, esto enciende la alerta roja, explicó el coordinador general del primer posicionamiento nacional en falla cardíaca, Antonio Magaña Serrano.

"Todo aquel enfermo que tenga falta de aire, que tenga fatiga fácil y que esté reteniendo líquidos y en sus antecedentes personales o familiares exista la presencia de alguna enfermedad del corazón o que potencialmente pudiera afectar al corazón, esos dos elementos tan sencillos de identificar en una consulta de rutina deben levantar la alerta para sospechar insuficiencia cardiaca".

El médico cardiólogo puso algunos otros ejemplos de personas que pudieran tener insuficiencia cardíaca.

Un paciente que tenga 20 años con diabetes y que a los 75 años o más se sienta cansado puede que le eche la culpa a los riñones por la hinchazón, pero puede ser el corazón el que esté afectado.

Otro caso puede ser el de un sobreviviente de cáncer que recibió quimioterapia o radioterapia y tiene tres o cuatro años que recibió esos medicamentos y de repente empieza a tener los síntomas. Eso no quiere decir que la quimioterapia no se pueda implementar sino que estos pacientes deben estar vigilados médicamente.

El especialista en insuficiencia cardíaca advirtió que hay un gran retraso en el diagnóstico, incluso hay quienes llegan a pensar, de manera errónea, que un paciente con insuficiencia cardíaca es aquella persona en estado crítico, en etapa terminal.

"La insuficiencia cardíaca es una enfermedad asociada a altas tasas de mortalidad. En su historia natural está documentado que tras cinco años de diagnóstico de la enfermedad el 50 por ciento de los pacientes pueden fallecer y esto es una esperanza de vida peor aun que la que hoy tenemos en los tumores malignos más frecuentes de la población".

Por eso hizo un llamado urgente a detectar de manera más temprana esta enfermedad no solamente en los grandes centros hospitalarios sino desde el primer contacto que hay con los médicos generales, pasantes o de otras especialidades no cardiológicas.