Guadalajara, Jalisco.

La mala calidad del aire en la Zona Metropolitana de Guadalajara no es un fenómeno exclusivo del invierno ni de las celebraciones decembrinas, sino un problema persistente a lo largo de todo el año que se agrava en fechas específicas, reconoció Elizabeth Durán, directora de Gestión de la Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet).

Al abordar la situación registrada durante la Nochebuena en el noticiario matutino de Señal Informativa, Durán explicó que la contaminación fue visible incluso a simple vista, con picos elevados entre las 10 y 11 de la noche, cuando se percibieron olores asociados a fogatas y pirotecnia.

Y aunque en esta ocasión la inversión térmica no fue tan severa —lo que permitió una dispersión más rápida de los contaminantes—, sí se activaron precontingencias y una contingencia atmosférica en la zona de Santa Fe.

La funcionaria destacó que, pese a los operativos y a la vigilancia implementada, persiste la evasión de medidas por parte de algunos ciudadanos. Sin embargo, reconoció la participación activa de la población que reportó fogatas y eventos contaminantes, así como la coordinación entre autoridades municipales y estatales durante las celebraciones.

“Este año tuvimos una coordinación, yo diría impresionante; hubo operativos desde los municipios y desde el estado, y aunque se presentaron eventos importantes, creo que todos pudieron percibir que el día 25 el cielo sí se veía azul”.

Durán explicó que esta mejora también estuvo influida por condiciones meteorológicas favorables, como la presencia de vientos y una ruptura temprana de la capa de inversión térmica.

No obstante, subrayó que el objetivo de los operativos no es limitar la convivencia social, sino evitar prácticas altamente contaminantes.

Precisó que existe una veda para la quema en ladrilleras y que se realizaron decomisos importantes de pirotecnia, además de reiterar el llamado a no quemar basura, tanto por el impacto ambiental como por el riesgo de quemaduras.

Sobre el comportamiento de la calidad del aire a lo largo del año, la directora detalló que cada contaminante tiene dinámicas distintas.

• En 2025, por ejemplo, se registró un aumento en las precontingencias por ozono, principalmente entre abril y junio, asociadas a los precursores emitidos por los vehículos. En contraste, en el Sur de la ciudad se concentran mayores niveles de partículas PM10 y PM2.5, una situación que, afirmó, es influida por la orografía de la zona.

Añadió que la renovación del 90 por ciento de la red de monitoreo el año pasado ha permitido medir con mayor precisión el impacto del crecimiento vehicular.

Actualmente, la red cuenta con 13 estaciones activas que generan información clave para la toma de decisiones.

En este contexto, Durán insistió en la relevancia de la verificación vehicular como herramienta para conocer el estado real de la flota y reducir las precontingencias de ozono.

Finalmente, recordó que las industrias están obligadas a contar con una Licencia Ambiental Única, en la que deben detallar las acciones que aplican durante una precontingencia.

Estas medidas, añadió, también involucran al Gobierno y a la ciudadanía, con el llamado permanente a disminuir el uso del automóvil como parte de una estrategia integral para mejorar la calidad del aire en la metrópoli.

Entre fogatas y pirotecnia, la calidad del aire empeora en el Sur de Guadalajara