Guadalajara, Jalisco.

Entre más organizados estén los colonos menos influencia habrá por parte de organizaciones delictivas en barrios y colonias, esta es una de las conclusiones del Estudio de cadenas causales detrás de las personas en conflicto con el sistema penal en el área metropolitana de Guadalajara.

Por primera vez el personal del Instituto de Información Estadística y Geográfica hizo un contraste del origen de las personas sentenciadas frente a la incidencia delictiva.

Para hacer elaborar el mapa y conocer el origen de las personas tomaron información del Instituto Nacional Electoral sobre suspensión de derechos políticos, que sucede cuando una persona es sentenciada por un delito.

Analizaron cuatro colonias pero para evitar la discriminación quedarán en el anonimato, informó el Director de la Unidad de Información de Gobierno.

Una constante es que la ausencia del estado, que es una mala relación del gobierno con la población y la falta de servicios de calidad, lleva a las personas a buscar soluciones en otros agentes. Sin embargo, la organización comunitaria influye de manera positiva, por ejemplo, cuando crean grupos de Whatsapp y se relacionan con la autoridad.

“Pero por otro lado donde no existe una articulación o una buena relación con el estado también llegan cierto tipo de organizaciones, que pueden ser relacionadas al crimen organizado o emergen formas organizativas que entienden a la violencia como un sistema viable, legítimo para encontrar objetivos”.

Los investigadores hicieron 31 entrevistas, de las cuales se desprendió este caso:

“Esta persona vive en este sitio donde se supone que no debería haber personas en conflicto y no las hay y resulta que esta persona comenta su historia y que él no era culpable del delito por el que lo metieron a la cárcel y por el que purgó una condena de 20 años. Se lo llevaron de manera azarosa y lo inculparon de un secuestro, delito que él no cometió”.