Guadalajara, Jalisco.

Los pacientes que luchan contra el cáncer en la Clínica 110 del IMSS, además de batallar con todo lo que implica esta enfermedad, tienen que soportar los “métodos” de los médicos para resolver los trámites burocráticos que hay que hacer en el instituto para obtener un poco más de vida. 

Por ejemplo, en el turno vespertino en el consultorio de Oncología de la 110 el doctor hace que los pacientes acudan desde las 6 de la mañana a anotarse en una lista que se pega en la pared a las 7 de la mañana porque solo hay diez lugares. 

Si acudes a las 8, que es la hora que dice el doctor que se puede hacer, ya no alcanzas lugar.

Foto: Rocío López

A las 2 de la tarde el enfermero asistente del doctor despega la hoja de la pared y se espera que los pacientes estén de nueva cuenta ahí, para preguntarles el motivo de la consulta. 

Los pacientes deben llevar una copia del carnet y escribir el asunto en una hoja. El enfermero se lleva las diez peticiones y los diez pacientes deben regresar a las 5:30 por la respuesta del doctor.

Los asuntos son varios desde incapacidades, recetas vencidas, folios vencidos, consultas de síntomas nuevos y cada vez que se necesita preguntarle algo al médico tiene que ser así, acudir en tres horarios el mismo día por la respuesta del doctor, aunque no se sabe si el vea a alguno de estos pacientes. 

• Pero ese no es todo el viacrucis que viven, los pacientes oncológicos denuncian también que recientemente les movieron el baño que era exclusivo para ellos que estaba aislado, ya que al recibir la quimioterapia son propensos a enfermarse de cualquier cosa debido a sus sistema inmune deprimido por el medicamento y ahora que ese baño lo usa todo mundo, hay mayores riesgos de pescar una infección en el sanitario, que por cierto, carece de limpieza continua.