Guadalajara, Jalisco. 

Hasta tres niños al mes llegan al Hospital Civil de Guadalajara con quemaduras en la boca, garganta, esófago y/o estómago por tomar productos químicos como la sosa cáustica

que se encuentra dentro de botellas que no tienen la seguridad contra infantes

incluso el 90 por ciento pudieron haber sido evitados lamenta el jefe de cirugía pediátrica, Guillermo Yanowsky Reyes:

"De niños que han ingerido algún agente químico que no deberían de haber ingerido algún agente químico y que no debieron haber ingerido

y que están envasados en un recipiente inadecuado habitualmente los envases son leche o refresco o alguna bebida hidratante y estás sustancias al ser agentes químicos producen lesiones muy importantes en el esófago o lesiones en el estómago. Hay una combinación entre el descuido de los padres al comprar estás sustancias". 

Además agregó que: 

"Que se combinan con colocarlas en un envase inapropiado y que el niño se confunde y se los toma".

• El químico número uno con el que los niños sufren estás terribles quemaduras son la sosa cáustica, desengrasantes y químicos de limpieza. 

Hay más casos en niños que en niñas, y las edades son de los tres a los seis años de edad:

"El niño que tiene mayor riesgo de lo que nosotros hemos visto son niños en edad de lactante mayor a preescolares, es decir, niños que tienen entre tres y seis años.

90 por ciento de las veces de los niños que hemos visto ingieren una sustancia que está colocada en un envase inapropiado que no está etiquetado que no se sabe la concentración y que no se sabe el origen donde se compró". 

Y aunque existe un reglamento para la venta de estos productos químicos, las autoridades en revisar que se cumpla la no venta a granel de los mismos y en envases contra niños, la realidad es que es letra muerta y se siguen vendiendo en los tianguis, en mercados, en redes sociales y en las calles:

"Hemos detectado que la gran mayoría de estás sustancias se venden por perifoneo en camionetas de las que venden trapeadores, escobas, sacudidores, baldes, ahí venden los desengrasantes para la cocina a granel y los envasan en frascos de refresco o leche o en envases de bebidas hidratantes". 

• Advirtió que seis de cada diez niños que sufren estás quemaduras en su esófago tendrán secuelas de leves a graves que requerirán tratamiento y cirugías para toda su vida. 

El especialista llamó a los padres de familia y tutores de niñas y niños a que eviten la compra de estos productos a granel y puestos en botellas de bebidas comunes, además de tener fuera de su alcance todo producto químico de limpieza.