Guadalajara, Jalisco. 

Hace tres años Socorro Landeros sufrió un accidente que lesionó gravemente su cabeza y pensó que sería su final como danzante.

Hoy, no solamente dirige el Cuartel de Danzas Autóctonas de Zapopan, sino que está satisfecha de haber danzado este fin de semana 9 kilómetros a la par de su venerada Generala y ocho mil danzantes más.

Fotografía: Violeta Meléndez

Al danzar en la procesión este 12 de octubre, el viento golpeaba contra su penacho y le generaba presión en su cuello,

que todavía no está completamente recuperado de la lesión, pero a pesar del dolor siguió el trayecto

y hasta este domingo Socorro no dejaba de danzar, pues señala que el sacrificio es una ofrenda para la Virgen de Zapopan.

“Tengo dos danzantes lesionados, esguinzados y aquí están danzando con su muleta, en silla de ruedas, uno en trayecto pero aquí está ofrendando nuestros pasos y pues nada más que agradecerle, en lo personal tuve un trauma craneoencefálico hace tres años,

el panorama era de lo peor y aquí estoy, bendito Dios todo bien y gracias a ella y a su protección divina”

Socorro fue condecorada este domingo en el Día del Danzante por el alcalde de Zapopan, Juan José Frangie, junto con dos compañeros más en homenaje a su tradición, disciplina y fervor hacia la Virgen de Zapopan, pues son sus fieles acompañantes cada año en la Romería.

De acuerdo con la única mujer homenajeada, en su familia ya son siete las generaciones de danzantes que se dedican a esta disciplina como una forma de orar y venerar a la Virgen, pues además se organizan para confeccionar sus indumentarias y ensayar sus pasos hasta cinco veces por semana.

“Hacemos nuestros trajes, pero además cada puntada, cada corte es una manera de fe, de agradecer,

como se dice, la danza es una oración en movimiento y es una forma de agradecerle a ella todo lo que nos da, sabemos que por medio de ella llegamos a Dios nuestro señor”

• Otros condecorados en el Día del Danzante fueron los representantes del Cuartel de Danzas Chimalhuacanas del Estado de Jalisco y el Cuartel Real Unión de Danzas Autóctonas de Jalisco, gesto con el cual concluyeron los actos públicos en torno a la Romería.

Fotografía: Violeta Meléndez