Guadalajara, Jalisco.

Cualquier tipo de pérdida puede ser significativa para una persona, desde un ser querido, una separación, la casa o una mascota, cada quién vive de manera individual su proceso.

El académico del departamento de clínicas de la Salud mental del Centro universitario de Ciencias de la Salud, José Isaac González Huerta, explica:

"Entonces cuando hablamos de pérdida de mascotas pues puede vivirse con la misma intensidad que se puede vivir por ejemplo perder a un ser querido porque fallece y realmente no hay una diferencia en sí, no quiere decir que un duelo sea más importante que otro sino, si esa persona tenía un vínculo con su mascota muy grande o incluso su mascota representaba algo para su persona, por ejemplo, representaba en algunos casos el hijo que no pudo tener o fue lo que le dejó la pareja cuando se murió entonces se vuelve más intensa la experiencia de sufrimiento...

...En este primer sentido es una pérdida real y es una pérdida que puede ser tan difícil de superar como cualquier otra".

Cuando hay una mascota donde hay niños, primero hay que hacer la pérdida real porque es común que al morir el pollito, gatito o perrito le digan, no llores te compro otro, como si fuera sustituible. Lo que se puede hacer es incorporarlos para que los chicos se despidan y agradezcan a la mascota el tiempo y la diversión que pasaron, lo pueden enterrar en un lugar especial para que recuerden dónde está.

Fotografía: Cortesía

Si se trata de adultos, lo mejor es no minimizar la pérdida, puedes decir: no me imagino cómo te sientes ahora que falleció tu perrito, pero si algo te puedo apoyar, aquí estoy a un lado, así que no necesitamos a veces dar consuelo, ni decir las palabras “mágicas”. Se trata de aprender a respetar y validar las emociones que la otra persona está experimentando.

Para vivir el duelo se puedan hacer tres cosas:

"Una de ellas es hacer real la pérdida, es decir, 'sé que te importa y te voy a dar tu espacio y voy a validar cómo te estás sintiendo' y entonces hacer real involucra también ritualizar la pérdida, esa sería otra recomendación, poder darle una despedida y esa despedida puede ser enterrando a la mascota o incinerándola, hacer un pequeño ritual en donde se puede incluso elaborar una carta donde se le diga todo lo que significó, todas las cosas importantes que pudo haber representado esa mascota para la persona que la pierde".

Esa carta se podría dejar con los restos, quemarla o lanzarla con un globo, favorecer a que la persona exprese sus emociones. Puedes darle la sensación de estar con alguien que no la va a juzgar y si quiere llorar puede hacerlo, además de hacerle saber que estás ahí y que puedes apoyar en lo que necesite.

"Y por supuesto darle tiempo a la persona para que elabore su pérdida y si siente que no está logrando sobrellevarla adecuadamente pues también que se permita buscar ayuda".

Recuerda que los animales de compañía son seres con emociones que pueden establecer vínculos con las personas, son seres vivos con características parecidas a las tuyas aunque no al mismo nivel de evolución, pero que son seres “sintientes”, verlos así permite entender que ocupan un lugar muy importante en la vida.