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Sin importar el sol o el ruido más de mil 200 alumnos de los turnos matutino y vespertino de la escuela primaria urbana 641 en el municipio de El Salto toman clases en la calle, apoyados en jardineras o en cartones que usan para no ensuciar sus cuadernos o su uniforme.
Esto debido a que luego del sismo con epicentro en Zapopan, ocurrido en meses pasados, los directivos y padres de familia detectaron grietas y hundimientos en aulas y en el patio de la escuela.
De esta manera, los padres pidieron la intervención de Protección Civil para descartar daños estructurales en el plantel educativo, dictamen que aún no es entregado, explicó la señora Lorena Espinoza, madre de familia.
Ante la falta de aulas en el regreso a clases, maestros improvisaron con cintas para limitar el paso de peatones y con carteles en los muros para ubicar a los grupos, sin embargo, esta medida no satisface a los padres de familia quienes temen por la seguridad de sus hijos.
Así mismo, la molestia de los padres trasciende hasta la falta de atención de las autoridades, que aseguran, no han dado seguimiento a las necesidades de los más de mil alumnos por no tratarse de un tema de coyuntura política.
Mientras tanto, los alumnos continúan esperando el dictamen de Protección Civil y la atención de cualquiera de los niveles de gobierno y la Secretaria de Educación para iniciar su ciclo escolar bajo techo y en la comodidad de mobiliario escolar.