Guadalajara, Jalisco. 

El Auditorio Telmex fue testigo de una noche cargada de nostalgia y emoción, en la que Joaquín Sabina ofreció un concierto que quedará en la memoria de sus seguidores tapatíos comodidad parte de su gira ‘Hola y adiós’.

La velada comenzó con la proyección del video de ‘Un último vals’ su más reciente tema, seguido de ‘Lo niego todo’ una canción convertida en himno para sus seguidores.

Tras esta apertura, Sabina tomó una pausa para dirigirse al público, agradecer el cariño de los asistentes y compartir una noticia especial: había sido invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara por el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, quien también le otorgará un Doctorado Honoris Causa en reconocimiento a su trayectoria.

“Esta canción la quiero dedicar a Ricardo (Lomelí) que es el rector de la Universidad (de Guadalajara) que me ha traído las cosas que más me gustan: libros y pinturas y además me han propuesto que venga a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara”.

A lo largo de la noche, Sabina llevó a los asistentes por un recorrido musical lleno de bohemia y melancolía. Clásicos como ‘Y sin embargo’, ‘Contigo’, ‘Por el bulevar de los sueños rotos’ y ‘La canción más hermosa del mundo’ resonaron en un recinto que vibró con cada acorde.

La puesta en escena estuvo acompañada por una serie de visuales que complementaron a la perfección la intensidad de sus letras.

El concierto, que inició pasadas las 21:00 horas y se extendió hasta las 23:30, se convirtió en un emotivo encuentro entre el artista y su público, que no dejó de corear su nombre. Con esta presentación.