Guadalajara, Jalisco.

Guadalajara vivió una noche inolvidable con la primera presentación de Linkin Park en la ciudad. La icónica banda estadounidense, que marcó a toda una generación con su fusión de rock, rap y electrónica, llegó a tierras tapatías para dar inicio a un nuevo capítulo en su historia.

Fotografía:
@lagsfotograma

Con el lanzamiento de su más reciente álbum, From Zero, y la incorporación de su nueva vocalista, Emily Armstrong, el grupo ofreció un espectáculo cargado de nostalgia, energía y renovación.

El concierto, celebrado en el Estadio 3 de Marzo, fue un evento multitudinario en el que 23 mil fanáticos se reunieron para presenciar el regreso de la banda a los escenarios.

Desde temprana hora, la afluencia de asistentes fue constante y ordenada, facilitada por el puente laboral que permitió que muchos seguidores pudieran acudir sin contratiempos. Al inicio del show, el estadio lucía prácticamente lleno, reflejando la enorme expectativa que había generado la visita del grupo.

Antes de la aparición de Linkin Park, la banda invitada, AFI, se encargó de preparar el terreno con una presentación potente que encendió los ánimos del público. Con su característico estilo de punk rock alternativo, lograron calentar el ambiente y elevar la emoción en la espera del acto principal.

El show de Linkin Park estuvo estructurado en cuatro bloques, además de un encore final, cada uno acompañado de visuales, transiciones gráficas y un juego de luces láser que potenciaron la experiencia audiovisual.

Desde el inicio, la banda dejó claro que no solo se trataba de un concierto, sino de una producción meticulosamente diseñada para conectar con su audiencia.

Minutos después de las 21:00 horas, el ambiente se encendió con un guiño a la cultura mexicana. Los altavoces del estadio resonaron con El Rey, de Vicente Fernández, en un claro homenaje a Guadalajara y su herencia musical.

• Al finalizar, las primeras notas de Castle of Glass comenzaron a sonar, marcando el inicio del espectáculo. En el escenario, la puesta en escena fue conformada por dos enormes pantallas laterales, una más al centro en el fondo y tres adicionales en forma de cubos en la parte superior, creando una atmósfera envolvente que sumergió al público en una experiencia multisensorial.

La banda arrancó con tres de sus mayores himnos: Somewhere I Belong, Crawling y New Divide.

Desde el primer acorde, la euforia fue total. Mike Shinoda, quien ha asumido el rol de líder tras la trágica partida de Chester Bennington, no tardó en conectar con la multitud. Con un español entusiasta, saludó al público con energía:

“¡Buenas noches! ¡Qué pasó! ¡Cómo estás! ¡Estamos muy emocionados de estar aquí con ustedes!”

Emily Armstrong, la nueva vocalista, mostró en algunos momentos cierto nerviosismo, comprensible por la magnitud del evento. Sin embargo, su entrega y potente voz dejaron claro que no busca sustituir a nadie, sino aportar su propia esencia a la banda y ayudar a escribir una nueva página en la historia de Linkin Park.

Fotografía:
@lagsfotograma

A lo largo de la noche, el setlist incluyó una mezcla de clásicos y temas nuevos, logrando un equilibrio entre la nostalgia y la evolución de la banda. No obstante, el momento más emotivo llegó con In The End.

La icónica canción, que se ha convertido en un himno para varias generaciones, desató una respuesta entera del público, que coreó cada palabra con gran pasión. La energía se mantuvo en su punto máximo con Faint.

Casi al final del espectáculo, Mike Shinoda volvió a dirigirse al público en español para expresar su gratitud.

Fotografía:
@lagsfotograma

“Estamos muy emocionados de estar aquí esta noche. Gracias por apoyar nuestra nuevo álbum ‘From Zero’ y gracias por darle la bienvenida a los nuevos integrantes…los amamos. Gracias”.

Con casi dos horas de espectáculo, Linkin Park cerró la noche con Bleed It Out, un tema que encapsuló la intensidad y emotividad del concierto. Entre gritos, aplausos y ovaciones, el público despidió a la banda con la certeza de que, aunque los años han pasado y las circunstancias han cambiado, Linkin Park sigue siendo un referente indiscutible del rock contemporáneo.