Ioana Gruia y Krisztina Tóth, recuperan las historias ocultas de su época y escriben sobre la dictadura comunista
Festival de las Letras Europeas, dentro de la 36 Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Participan: Krisztina Tóth, Ioana GruiaModera: Irma Gallo. Foto: Nabil Quintero




Guadalajara, Jalisco. 

Recuperar la memoria histórica a través de las letras es lo que la escritora de origen rumano, Ioana Gruia, y la escritora y traductora húngara, Krisztina Tóth, han realizado a lo largo de su trayectoria, y que consideran como uno de los propósitos que tiene la literatura: narrar las historias ocultas de la época, así lo compartieron ambas durante el evento del Festival de las Letras Europeas de la FIL Guadalajara.

En el caso de la escritora húngara, Krisztina Tóth, su libro “Código de Barra Lineal” publicado en 2010, recoge la esencia de las infancias que vivieron en los años del comunismo liberal en Hungría previo al derrumbe de la Unión Soviética, una época que ella vivió en carne propia.

“Escribir historias de la época para mostrar la presión mental que se vivía, para mostrar que fue una época difícil, negra. Como niña sufrí mucho en esa época, era muy solitaria y a menudo no entendía lo que estaba pasando. Para retomar las palabras de Ioana, diría que la culpabilidad era muy fuerte, teníamos la impresión que siempre habíamos cometido algún pecado, no sabíamos exactamente qué fue lo que habíamos hecho, algo malo, y quería componer una serie de historias para mostrar esta sensación de culpabilidad de la época”.

Por su parte, la escritora de origen rumano, Ioana Gruia, compartió que a los 18 años aprendió el español y desde entonces comenzó a utilizarlo como una herramienta literaria y poética. Para ella lo más difícil al cambiar de lengua ha sido la reinvención de su infancia; sin embargo, la poesía le ayudó durante sus inicios como escritora.

“El poeta es alguien que conoce bien sus trayectos interiores y sabe circular por ellos, y estos lugares internos los compartimos todos de alguna manera . Estos lugares de intimidad donde confluyen el pensamiento y la emoción los tenemos casi todos iguales, entonces se trata de este puente en donde se encuentren los escritores y lectores”.

Al igual que Krisztina, ella vivió durante la época de la dictadura comunista, por lo que en algunas de sus obras logran asomarse casi de manera inconsciente, como es el caso de su libro El Expediente Albertina”.


María Ramírez Blanco