Huertos urbanos una medicina natural Parte III: La sobreproducción desgasta a la tierra

Se dice que Jalisco es el Estado que más alimento genera en México. Y la cifra que presumen las autoridades es de 228 mil millones de pesos al año, sólo en este concepto.



Guadalajara, Jalisco. 

Se dice que Jalisco es el Estado que más alimento genera en México. Y la cifra que presumen las autoridades es de 228 mil millones de pesos al año, sólo en este concepto.

Esa cifra no es menor. Para ponerla en dimensión, es lo equivalente a siete veces el costo total de la construcción de la Línea 3 del Tren Ligero de Guadalajara. ¡Siete veces!

Sin embargo ¿Qué significa eso en términos no monetarios? Es decir, ¿Cuánto le cuesta a la tierra de nuestro Estado soportar esa grandísima cifra?

En  2022, tres de cada 10 productores de maíz dejaron de sembrar para plantar agave, pues el tequila tiene una alta demanda en el mercado extranjero.

Actualmente, el campo de Jalisco pasa por una transformación que se adapta a la oferta y la demanda. En este ejemplo: más tequila y menos tortilla.

Mientras, en los discursos que lanzan tanto las empresas dedicadas al comercio agroalimentario como los políticos, nunca se muestra el origen del alimento que se consume y de la importancia que éste tiene en la salud.

  • Por ejemplo: ¿Sabes de dónde viene el plátano que utilizas para hacerte un licuado? ¿Las fresas que comes por la mañana? ¿Cuánto tiempo tardan en crecer las frutas y verduras? ¿Con qué calidad de agua se riegan los frutos?

Durante el segundo Congreso Internacional Agroalimentario se cuestionó a una empresa participante de la agroindustria sobre cómo crean conciencia entre la población respecto a la calidad de sus productos.

“El mensaje que nosotros tenemos como empresa es: el alimento congelado es tan bueno como el fresco y logramos con esto extender la vida de anaquel y la disponibilidad de alimentos hacia personas que, de otra forma, no podrían disfrutar de vegetales como nosotros que estamos en una tierra con un excelente clima y tenemos una disponibilidad de vegetales todo el año. No todo el mundo es así. Hay muchas partes del mundo que pasan muchos meses bajo la nieve y que sólo a través de alimentos preservados por congelación pueden llegar a recibir los nutrientes que necesitan.

El mensaje que nosotros damos para reducir el desperdicio de vegetal es usar alimento congelado, es tan bueno y nutritivo como el fresco”.

Los huerteros de Jalisco como Maricela Rosales Velazco y Gerardo Torres, quienes tienen sus huertos familiares y venden parte de lo que producen en sus tierras, buscan concientizar a las personas sobre la importancia que tiene comer alimentos libres de químicos. Tal es su compromiso con la calidad que su discurso es: el alimento es tu medicina.

“Te vas a los tianguis pero no sabes de dónde viene ese alimento.

En cambio si tú los estás cultivando sabes de dónde viene ese alimento, sabes qué tierra les estás poniendo, cómo haces tus fertilizantes porque aquí se hace todo. Aquí tú haces composta, lombrices, violes. La tierra de Los Garcías está riquísima porque cae mucha hoja de encino y, como no echamos hierba, toda esa hoja seca que cae y la hoja verde que cortamos, eso es una composta”.

En el caso de Gerardo, él trabajó por muchos años en la agroindustria y, al ver la manera en cómo se afectaba el campo y se explotaba la tierra, optó por producir sus propios alimentos.

“En otra parte de mi vida trabajé en la agricultura y de hecho fue uno de los motivos para poder hacer las cosas mejor".

¿Por qué? ¿Qué viste?

-"Porque cualquier cultivo comercial donde siembres grandes superficies de un sólo cultivo, lo que estás haciendo como productor es romper el equilibrio natural de los insectos”.

Esta falta de equilibrio a la que se refiere Gerardo impacta al sector apícola en la entidad, que en diversas ocasiones ha externado al Congreso regular los agroquímicos. A nivel federal, se discute la reforma de varias leyes; por ejemplo la Ley General de Salud, que busca prohibir los plaguicidas de alto impacto porque matan a miles de abejas al año y sin abejas, no hay polinización… y sin polinización, no hay alimento.

Otro punto que marca la diferencia entre los huertos urbanos y los grandes productores es la cantidad de desperdicios. Para los primeros no los hay, no hay comida que se tire porque antes de que se eche a perder, se comparte con la comunidad o se transforma en otros productos.

En cambio, en la agroindustria sí hay desechos. Si no hay quien la compre, se echa a perder y se tira.

“A nivel mundial producimos más alimentos que los que necesita la población del mundo, pero un porcentaje se convierte en basura porque su vida de anaquel es corta porque tenemos un mal hábito de consumo”.

Y acá hay algo importante: hablar de desechos es hablar de clases sociales y de la manera en que se distribuyen los recursos: mientras unos padecen hambre, otros tiran la comida a la basura.

  • En México se estima que el 6.4 por ciento de la población padece de inseguridad alimentaria grave, y entre cinco y 10 mil personas mueren al año por problemas relacionados con la falta de alimento.

De acuerdo con el último reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en septiembre de 2022, más del 30 por ciento de los alimentos disponibles en el mundo se desperdician. Y seis de cada 10 kilos de éstos provienen de los hogares. Una cuarta parte, de las empresas de comidas, y el restante es de los comercios que venden alimentos.

Pero hay más diferencias que debes conocer entre las megaindustrias alimentarias y los huertos urbanos.

No te pierdas la cuarta parte de este trabajo especial. Ahí te lo detallo.


María Ramírez Blanco