Ocotlán, Jalisco

Una maleta donde se muestran fotografías viejas sacadas de un álbum de los que actualmente ya no se usan; una plancha de mediados del siglo XX que no funcionaba con electricidad si no calentándose directamente sobre una estufa o el fuego acompañada de otros utensilios propios de una ama de casa de la época, y una singular maqueta representando un palenque donde se celebran peleas de gallos, fueron parte de los trabajos mostrados en el cierre de actividades de los alumnos de segundo semestre de la Licenciatura en Psicología del CUCiénega. 

Esta actividad, consistente en la elaboración de “maletas” dedicadas a alguna persona en particular desde su nacimiento hasta su muerte de ser el caso, es parte de una dinámica impulsada por la profesora Fabiola Morales Salazar, quien dio más detalles al respecto: 

"Consiste en que los chicos de segundo semestre hagan una historia del desarrollo, desde la concepción y hasta la muerte de una persona"

“Si no está muerta que sea mayor de 50 años de edad. La idea es que presenten de manera creativa, lo que han aprendido en el semestre, en primer semestre tenemos la materia de infancia y adolescencia y en segundo de adultez hasta la muerte”. 

En esta muestra de fin de semestre hubo invitados especiales como lo fueron el Rector del CUCiénega Edgar Eloy Torres, la académica Guadalupe Ramos Ponce, y el Secretario Académico Oscar Gerardo Hernández Ramírez, a quienes les mostraron las historias de abuelos, madres y demás familiares de los estudiantes, incluso cantantes admirados por ellos, a través de objetos particulares.

Además se habló de personas muy complejas que así como tenían momentos muy tristes, de pérdidas de seres queridos, enfermedades o incluso maltrato, también había momentos de felicidad y logros destacables. 

La profesora Morales Salazar agregó que abordar estas temáticas con una carga emocional considerable para los alumnos, también es un aprendizaje útil para su posterior vida profesional: 

“Generalmente nos enseñan que los psicólogos debemos ser fríos y calculadores a la hora de trabajar con las personas y en realidad esta mirada es más humana, más de contacto emocional,

y muchas veces los estudiantes contactan con sus propias historias; las de sus padre, de sus abuelos, de algún familiar cercano, que les mueve emocionalmente y a la hora de compartirnos, nos sensibilizamos y empatizamos con las historias”.