Escritores llaman a construir nuevas masculinidades mediante la empatía
Foto: Violeta Meléndez




Guadalajara, Jalisco.

Ante la discusión social que busca establecer relaciones personales más sanas a través de la deconstrucción de actitudes machistas.

Escritores discutieron en la FIL cómo pueden los hombres abonar desde su trinchera a este fin y coincidieron en que el primer paso debe ser practicar la empatía con las mujeres, es decir, ponerse en sus zapatos.

El escritor español Kirmen Uribe relató que la deconstrucción hacia nuevas masculinidades parte primero de la reflexión profunda sobre los roles o actitudes que deben cambiar en las relaciones de pareja, y después tratar de sumergirse en su realidad para crear vínculos más equilibrados y respetuosos.

“Reflexioné muchísimo sobre ello pero sobre todo me miré en un espejo y vi lo que hago mal, lo que hago bien y lo que puedo mejorar como varón. Es algo que deberíamos hacer todos, todos los chicos, los muchachos, es pensar cómo nos ven las mujeres y hacerlo propio pero para liberarnos como decía”.

Por su parte, el escritor Patricio Pron mencionó que hay un largo trabajo que hacer al respecto por parte de los hombres, pues encontró en un ejercicio de investigación que las mujeres sufren violencia machista incluso por buscar pareja a través de aplicaciones de citas, situación que no viven los hombres de la misma forma.

“Platicando con varias amigas me dijeron, no te preocupes te vamos a compartir las cosas que nosotras vivimos en Tinder, la manera en que nos hablan, las fotografías que nos envían, los comentarios que nos hacen y fue para mí absolutamente revelador porque el tipo de violencias de maltratos que esas mujeres sufrían en esas plataformas tan solo por buscar algo tan legítimo como el amor de una pareja, una compañera, constituye un tipo de experiencia que yo no hubiese tenido como hombre ahí”, relató.

  • Como hombres escritores también coincidieron en la urgencia de que sus homólogos varones dejen de utilizar a las mujeres como personajes secundarios o altamente sexualizados en las historias, sino a construir para ellas personajes complejos cuya relevancia no dependa de su relación con el protagonista.