El arte, una herramienta de los políticos para perpetuarse en el poder: David Agrenado
Fotografía: Gobierno de Jalisco




Guadalajara, Jalisco.

Históricamente el arte ha sido usado como una herramienta para reflejar las luchas sociales, como lo fue en su momento el muralismo mexicano que plasmó temas como la lucha de clases y la revolución, pero el arte también ha sido usado como propaganda política con la finalidad de perpetuar las ideas del poder en turno.

Para David Agrenado, jefe de departamento de artes visuales de la Universidad de Guadalajara, el arte sigue siendo usado, principalmente como propaganda política. Tal es el caso en Jalisco, en donde el partido en turno, Movimiento Ciudadano, ha impulsado a diestra y siniestra la inauguración de esculturas ¿Pero qué significa eso, en dónde el arte es financiado por los grupos de poder: iglesia, estado y empresarios?

“Los empresarios invierten muy poco en el arte, lo que les interesa es ganar dinero, lo demás es secundario. La iglesia y el gobierno es importante el arte porque a través de ello aleccionan a la sociedad, lo utilizan como una publicidad para seguir vigentes”.

Es decir, los jaliscienses tienen acceso al arte porque el estado es quien paga, pero así como paga es quien determina qué es lo que va a estar en el espacio público, como las famosas esculturas de “Timo” en el Paseo Alcalde y la reciente escultura de Luis Barragán. Pero también determina qué tipo de arte es el que se alinea más a los intereses del partido y que servirán para aleccionar a la sociedad.

“Por eso los partidos políticos, que utilizan el arte como propaganda es porque quieren perpetuarse en el poder (...) El problema que tenemos aquí son los colores que manejan los partidos. Sin irnos al arte de que color es el del transporte público: rojo porque lo puso el gobierno anterior. Ahora usan el naranja porque es el color del partido que está. Yo dudo mucho que la pieza original de Mathias Goritz, haya sido naranja, no tengo la imagen pero todo mundo ya la identificaba como amarilla”.

Entonces surge la cuestión ¿queda algo genuino del arte en el espacio público que no tenga intereses políticos? La respuesta es el arte urbano, donde las voces de los artistas llevan a las personas a cuestionar su realidad. Actualmente barrios como Mexicaltzingo, Nueve Esquinas, Expiatorio, tienen murales de artistas urbanos que reflejan las desapariciones en la entidad, feminicidios.


María Ramírez Blanco