Debe romperse el modelo único de vivienda en América Latina, advierten urbanistas
Foto: Ignacio Pérez




Guadalajara, Jalisco.

La crisis de vivienda se vive en Guadalajara, pero también existen problemas en Brasil y en España.

El tema se abordó durante el conversatorioCasas Sin Gente; Gente Sin Casa. El Futuro de la Vivienda”, organizado por FIL Pensamiento, en el andador Rambla Cataluña.

En ese contexto, Raquel Rolnik, urbanista de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, aseveró que el modelo único de construcción de casas en América Latina debe cambiar. La crisis de vivienda en renta o en venta obliga a repensar la forma en que las personas y familias adquieren un hogar.

“Romper el modelo único de vivienda es romper con la idea de que vivienda es igual a un producto inmobiliario”, dijo.

La vivienda es mucho más que esto, la vivienda es un lugar para vivir a partir del cual un ciudadano puede incidir sobre la ciudad que vive, subrayó la ponente.

“Ya no más casas nuevas en las periferias sin ciudad”, dijo la especialista.

“Hay que salir de la idea del modelo único, el modelo único que en América Latina, modelo que por cierto es fruto de una discusión entre la industria de la construcción y la industria del crédito inmobiliario, es la producción masiva de casas en periferias sin ciudad.

La ocupación del espacio con algo que no podemos llamar ciudad”, enfatizó.

Raquel Rolnik dijo que para cambiar el modelo de vivienda en el mundo esto se tiene que dar a partir de la presión que hagan los ciudadanos y por la acción política.

A su vez, Zaida Muxi, arquitecta y urbanista argentina, quien es profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, expuso que se difunden “falsas narrativas sobre la vivienda”.

El problema es el proceso de construcción de viviendas, donde predomina la financiarización de las casas y departamentos que se adquieren para especular, para obtener utilidades y eso desplaza a quien quiere habitar un lugar. Por eso hay casas sin gente, expresó.

Una salida es pensar en la autoconstrucción de casas, con el respaldo de los gobiernos.

“La autoproducción (la autogestión) del hábitat es un modo que no tiene por qué asustarnos, las ciudades europeas hasta hace 100 años eran todas autoproducción a excepción de las casas de los nobles y los obispos.

Hay experiencias actuales superinteresantes, una en Brasil, por ejemplo, porque también creo que las profesiones (como los arquitectos) se tienen que renovar, se tienen que repensar”, dijo.

Mónica Lizett Gómez, académica del In-Ciudades de la Universidad de Guadalajara (UdeG), también habló del modelo de casas en renta impulsadas por los gobiernos, donde se trata de generar comunidad entre los inquilinos.

“Quitando el objeto de la casa, lo necesario es la comunidad, es habitar, es poder llegar a un espacio a sentirte seguro, eso incluye la calle, eso incluye que camine y no me violen, eso es la defensa del derecho como tal de una vivienda adecuada, poder llegar detrás de una puerta tal vez, y decir ‘listo, estoy en mi santuario’.

El punto es, no importa cómo lo hagamos, la cuestión es tener conciencia de que es un problema que tiene muchos factores, muchas soluciones”, expuso.

  • Los moderadores del conversatorio fueron Máximo Jaramillo, académico de la UdeG y autor del libro “Pobres porque quieren” y Andrés de la Peña, periodista especializado en temas de vivienda.

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Ignacio Pérez Vega